tag:blogger.com,1999:blog-11076694959383086552024-03-05T15:10:34.328-03:00En el Leteo también hay olas - Beberé, beberé y me hartaré de tus aguas hasta queZetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.comBlogger129125tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-14856635849700002702014-12-22T11:29:00.000-02:002014-12-22T14:21:54.420-02:00Me gusta, no me gustaSollers escribió: <i>«Salgo. Voy a tomar una copa, solo, al bar del Pont-Royal... Más escritores... Gabriel García Márquez... (...) William Saroyan, en el bar, con una maciza pelirroja... (...) Hay también unos suecos que hablan muy alto, sin parar. (...) Oigo repetirse la palabra "Nobel"... Decididamente, se trata de una reunión en la cumbre...»</i>.<br />
<br />
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</div>
El bar del Pont-Royal es el bar Gallimard, insoslayable, irresumible. Todos los autores de la casa se han sentado en él, la mayoría de los autores traducidos han dormido allí. La lista de los Nobel, en el Grand Hôtel de Estocolmo, se limita a un nombre al año, aquí lo que habría que reproducir es el índice de autores del catálogo de los libros. Olvidémoslo, pero conservemos el principio de las listas de Perec a quien, en la serie <i>«Me gusta, no me gusta»</i>, le gusta el bar del Pont-Royal.<br />
<br />
En su <i>«Manual de Saint-Germain-des-Prés»</i>, Boris Vian distingue entre dos categorías de existencialistas, los ricos y los pobres: <i>«Al principio, todos los existencialistas eran pobres, pero después Sartre, Beauvoir y Camus ganaron dinero con la literatura. (...) Esos existencialistas ricos tienen como cuartel general el "Pont-Royal" e incluso toman cócteles.» </i><br />
<br />
Así, pues, Sartre, Beauvoir, Camus, y luego Perec, y Sollers. El director del hotel, que me recibe, añade a Nimier, Blondin, Jacques Laurent, Déon, Bodard, Bianchiotti, Mohrt, Japrisot, para el bar.<br />
<br />
Para las noches, pasa las páginas del Libro e Oro. Anoto: Ehrenburg, Roger Vailland en una habitacioncita del séptimo piso y Arthur Koestler en 1946; Edmond Jaloux en 1947, Paul Éluard y Arthur Miller y Armand Salacrou en 1949; Virgil Gheorghiu y Beck, Thyde Monnier; Aldous Huxley en 1954; Norman Mailer, Maurice Druon y Romain Gary en 1956; E. E. Cummings en abril de 1957; T. S. Eliot en 1958; Sagan en 1959 «desde hace cuatro años», Queneau «desde hace quince años»; Maurice Roche, y Han Su Yin, después Frederic Mullaly, quien concibió en el hotel su libro «Danza macabra»; Jean Cau y Jean Giono en 1962; Le Clézio en 1963; Tom Jones en 1964; Ignazio Silone en 1967; Franco Bruzatti en 1969; y además Yourcenar, Elie Wiesel, Javier Couto, James Baldwin, Modiano, etcétera, etcétera.<br />
<br />
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<b>Hoteles Literarios</b></div>
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<span style="font-size: x-small;">Nathalie de Saint Phalle</span></div>
Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-87541929705770173552014-12-08T17:44:00.002-02:002015-03-06T15:47:49.620-02:00¡Qué gran libro!<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><b>La mejor de las fieras humanas</b></span></div>
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<i>Aldo Mazzucchelli</i></div>
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<i><br /></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxMoehHZoDKaKtPUSmR4lVE4xzPuAF0y3t0HgoqTowMi7WWB3P4tZksOnIanwhyphenhyphenpXhqP8W58ptpeHkh_LZOMC-fgGh3qRDLMAXpmLne8AjmYMLtAoV7hRLW9yBUTbj4k_MawT0ufg8_kY/s1600/portada-mejor-fieras-humanas.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxMoehHZoDKaKtPUSmR4lVE4xzPuAF0y3t0HgoqTowMi7WWB3P4tZksOnIanwhyphenhyphenpXhqP8W58ptpeHkh_LZOMC-fgGh3qRDLMAXpmLne8AjmYMLtAoV7hRLW9yBUTbj4k_MawT0ufg8_kY/s1600/portada-mejor-fieras-humanas.jpg" height="320" width="210" /></a></div>
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">L</span>uego de varios años de circular por las tertulias llegó a nuestro pupitre, anunciado por innúmeros encomios y rucias algazaras, este libro retacón y cajetilla que, con ingenioso descaro, nos propone la editorial Punto de Lectura: un volumen descartable, casi cúbico, de tenue encuadernación que duró apenas un centenar de notas al pie, antes de destriparse. Pero valga esa metáfora de la irrepetibilidad de toda lectura, que esta tribuna aplaude hasta la excoriación.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">S</span>e trata de la biografía –¡ah, tacañería infame del encomio! ¡más que eso! parece recriminarme mi amanuense haciendo un alto en su tarea de digitación; ¡es mucho más que eso! es la vida misma –del poeta Julio Herrera y Reissig. Señores: aquí está, pués, todo; cada miserable partícula de mugre en las uñas del poeta, cada resto de lechuga entre sus dientes, cada pensamiento que tuvo o que no tuvo, o que quizá podría haber tenido. Es difícil imaginar cómo hizo Herrera y Reissig para vivir sin haber leído antes este libro. Sólo falta (y no sé cómo se ha escapado) el poeta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">N</span>o hace falta aclarar que estamos ante una obra bastante escatológica, pues es lo propio del género. Una biografía muy moderna: la vida como la contaría Tinelli. En este punto mi amanuense sonríe contrariado; me aclara que de eso se trata toda biografía. ¿Para qué si no...? y me mira desde abajo, esperando una retractación de mi parte.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">L</span>a pregunta es interesante y de difícil respuesta. ¿Para qué son las biografías? ¿Cuál es la tesis detrás de <i>La mejor de las fieras humanas</i>? ¿Qué busca? No es evidente y no lo sé. Para mí se trata, le digo disimulando el balbuceo con un bostezo forzado, de un gran conjuro, un ritual esotérico para convocar y retener, contra su voluntad, el alma de nuestro mayor poeta. Es la escoria de una monomanía del autor. Pero todo libro es eso, en el fondo, aclara mi amanuense desde el teclado, aguardando que yo asienta. Asiento.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">A</span>dmito, de mala gana, que quizá esté predispuesto. Me disculpo; es mi falta de capacidad para evitar que los datos íntimos de un autor me arruinen la lectura de sus obras, y cambio de tema. Me gusta mucho Herrera. La <i>Tertulia Lunática</i> me hace llorar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">E</span>n definitiva, Mazzucchelli nos presenta su visión de Herrera y Reissig, como hace cualquier biógrafo. Pero en este caso, eso entraña una peligrosidad, pues ésta está tan bien escrita y documentada, que uno debe hacer un esfuerzo de atención para no tomar por cierta la ilusión de que está ante la vida real del poeta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">P</span>ero vengan, los invito a pasar por este lado, a contemplar las virtudes de esta obra ampliamente recomendada, que desde ya recomiendo a todos también yo; dice mi amanuense.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">S</span>e trata de una investigación impresionante. Obsesiva. Podemos decir que es un libro obsesivo, lo cual no le quitaría mérito, sino al revés. Hay hasta un empeño en que se note la envergadura de la investigación. Tan rica en detalles y a veces tan cargosa (a partir de cierto punto digo ¡basta! –¿vasta? pregunta el amanuense –¡basta! qué me importa que la señorita Elvira le reveló en una entrevista a Mazzucchelli, a la que cortésmente accedió, que tuvo en sus manos una carta donde decía que por un tiempo el poeta se peinó con raya al medio), tan cargosa, decía, en puntillar fuentes y las circunstancias que las rodean, durante doscientas páginas de notas al pie, que al leerlo uno tiene la ilusión de que está accediendo, realmente, a la vida del poeta. Que lo acompaña en sus derivas. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">É</span>ste es un gran mérito que se hace evidente si a continuación leemos, por ejemplo <i>El bastardo</i>, que intenta biografiar a Roberto de las Carreras, y donde es evidente la invención de detalles ineficaces y el tono de profesor suplente que adopta el narrador.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><i><span style="font-size: large;">L</span>a mejor de las fieras humanas</i> es un gran libro, tiene un gran título, elegido a medias entre Mazzucchelli y Herrera y Reissig, y si en algo falla, quizás, es en que luego de las novecientas páginas que nos presentan a un poeta empeñoso y brillante, gafe y drogadicto, decadente, despatriciado y a quien el mundo resulta ajeno, incluso luego de las inabarcables páginas de notas al pie, no se llega a conocer a Julio, como luego de leer su propia obra. Sólo falta, como dije antes, el poeta. Pensándolo bien, ahora, me parece que eso es bueno; es también un gran mérito.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">L</span>eí la prosa de Julio Herrera y Reissig en paralelo con la de Mazzucchelli y el contraste es abismal. Quizá una me acercó a la otra; puede ser. Pero hay algo luminoso en la palabra de Herrera, y levemente oscuro en la nítida prosa de Mazzucchelli.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">P</span>or otro lado, este libro, que debería poner bajo los focos al biografiado, acaba trayendo a un primer plano al propio autor. Aunque tal vez este efecto sea un triunfo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Helvetica Neue, Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: large;">F</span>elicitaciones Mazzucchelli y gracias. Escribió usted un bello libro, necesario, que justifica su existencia, y enriquece la de los demás. Y está hecho con amor, casi como un tributo, sincero, a uno de los más grandes escritores. Ojalá todas las biografías fueran así.</span></div>
Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-1072323056132885062014-06-30T12:14:00.001-03:002014-06-30T12:18:57.630-03:00Es así...<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='550' height='400' src='https://www.youtube.com/embed/56R3hU-fWZY?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-73362052715904263672014-05-14T10:55:00.000-03:002014-05-14T10:55:13.865-03:00El gaucho Garcilaso<br />
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>«Fausto y Fili-Benzo aguardaban la vuelta de Urú-Katú -quien todavía no había regresado al pueblo- para coordinar noticias respecto al movimiento de las tropas gubernativas y elaborar en consecuencia los propios planes de acción. Mientras, se sucedían las excursiones y esparcimientos en honor de los visitantes.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Uno de los espectáculos que más asombró -e incluso llegó a escandalizar a algunos de aquellos rudos forasteros- fue el baile de pelados que se organizó precisamente en su honor.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;">
<img height="300" src="http://www.elhistoriador.com.ar/imagenes_rapido/1825-1849/images/big/1825-001.jpg" width="400" /></div>
<i>Es éste, simplemente, un baile de nudistas a la luz atenuante de la luna. ¿De qué tiempo remoto, de qué cuenca perdida vendría esa costumbre, a la vez osada y púdica? Nadie lo sabía ni intentaba explicarlo. Era una tradición que se justificaba por sí misma; un fuero lugareño que pervivía en la región.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i>
<i>Llegó la noche de aquel festejo llamativo y extraño. Constanza, única mujer visitante, no quiso ir; Azores quedó acompañándola con algún pretexto. Por su parte Fili-Benzo masculló que semejante espectáculo era una porquería digna de gringos y también dio unas excusas de ocio noble y de trabajos, para no asistir. En cambio, en la masa de los visitantes reinaba una pungente curiosidad por conocer aquel recatado atrevimiento. Y así acudieron la mayoría.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>En una discreta pradera, al amparo de árboles, se verificó aquel singular espectáculo. A la luz del sol hubiera sido inadmisible y chocante; pero bajo la claridad cenicienta resultaba sugestivo, por lo menos excusable. La luz lunar todo lo perdona y absuelve. Surgía bajo su claridad algo de autóctono y nativo, de rescatado de tiempos remotos, de épocas perdidas tras el olvido.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Los cielitos y pericones parecieron de mágico retorno a una antigüedad. A compás se recortaban las figuras cimbreantes de mozos y mozas, pero también de personas de segunda edad. De pronto se disimulaban y se perdían en juegos de claroscuro; pero reaparecían en un rito oportuno, ya totalmente, ya en trozos evidentes, sugeridos o propuestos. Realmente era de verse cómo se disimulaba y se exhibía por turno. Los cuerpos, en su mayoría tan blancos bajo aquellos rostros curtidos, parecía que duplicaban la personalidad natural de los bailarines.</i></div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Algunas chinas de mediana edad brillaban de pronto al claro, algo ventrudas y sueltas, manteniendo con toda viveza movimientos y compás. Entreveíanse piernas y grupas quizá demasiado pulposas, pero en el campo esa abundancia se cotiza bien. El repertorio de pechos caídos y levantados iba más allá de curiosidades e inflamaba imaginaciones. Siempre abundantes, nunca secos, apuntaban en algunos casos al gigantismo. La mestiza Eudelia, por ejemplo, ofrecía un desarrollo tan formidable, que fácilmente duplicaba el volumen de las participantes mejor dotadas.</i></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Una duda había atravesado el espíritu de Diolecio da Persíncola en los primeros momentos:</i></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>-¿Pero esto será decente?</i></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>-Decente no sé, compadre; pero una vez que se desvistió ¿qué va a hacer? Ya está ahí -le replicó uno de los lugareños. Y agregó convencido -Y este baile, bien o mal que se vea, ahuyenta los malos espíritus.</i></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>No se necesitó más para persuadir al veterano. En cuanto a los más jóvenes, como Orsús, Basilio o Tributo Morales, participaron desde el primer movimiento en aquella kermesse nocturna. Si bien al comenzar parecieron un tanto desconfiados y cohibidos, anadando el baile alcanzaron una total euforia.</i></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Fue ciertamente un baile en el tiempo, de final pronosticable pero indescriptible.»</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i>
<i><br /></i>
<div style="text-align: right;">
<b><span style="font-family: inherit;">El Inca de la Florida</span></b></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: inherit; font-size: x-small;">Roberto Fábregat Cúneo</span></div>
</div>
</div>
Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-4477487889548562502014-04-11T17:16:00.000-03:002014-04-11T18:16:46.799-03:00¡Festejen, uruguayos!<div style="text-align: center;">
<b><span style="color: #990000; font-size: x-large;">UR</span><span style="color: #990000;"><i> - Melodrama biológico</i></span></b></div>
<div style="text-align: right;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: x-small;">Novela de:</span><i> Leandro Delgado</i></div>
</div>
<span style="text-align: justify;"><br /></span>
<span style="text-align: justify;"><br /></span><br />
<div style="text-align: left;">
<span style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">U</span>r es el primer libro maldito real, de carne y hueso, que tengo en
mis manos. Conviene saber de antemano que hay una voz ahí adentro. Una voz que va leyendo cada
palabra meticulosamente. Una voz grave y casi mecánica. La letanía de
alguien que no entiende lo que lee, o no le importa, o quiere darme
tiempo para que yo comprenda. Ur es producto de un Pacto, un Acuerdo
consciente o subconciente. Esto es evidente a las pocas páginas. Pero no tengas miedo, eso pasa.
Durante unos días vas a tener sueños por las noches, y a veces
durante la vigilia. En ocasiones la voz puede salir del libro y
empezar a contarte otras cosas. Pero todo eso, a los pocos días,
pasa.</span></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieKmnYBjqp-A_vll10CjWyrKt_PcXf0vrqwBDVCEZiVcQ1Y5vnvYC_S9RG5T2si3dRRm_rjTggWwKfn_57xz-yAKHSUQxNRACzgmMYpZfFoRZsS-owY73ePqX7U6RoFe5-xttwbyBYCTA/s1600/ur.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEieKmnYBjqp-A_vll10CjWyrKt_PcXf0vrqwBDVCEZiVcQ1Y5vnvYC_S9RG5T2si3dRRm_rjTggWwKfn_57xz-yAKHSUQxNRACzgmMYpZfFoRZsS-owY73ePqX7U6RoFe5-xttwbyBYCTA/s1600/ur.jpg" height="400" width="281" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
Asusta un poco el vértigo al imaginar todo lo que hay detrás de cada página, comprimido. Asusta pensar en el autor. El vacío que habrá sentido en torno a su escritorio cuando, al final, levantó la vista con el lápiz todavía incrustado en los dedos y se quedó en blanco, con una sonrisa hueca. Y escuchó el silencio. El frío. Quizá Delgado tenga mucho aún para escribir, porque es un escritor que muta. Pero esa multitud no está dentro de Ur. Para bien, o para mal, se dio la circunstancia, singularísima, de que pudo decirlo todo.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
Ur es un libro tan poderoso que destruye todo lo
que lo sustenta. No es posible una continuidad después de esta
novela de Leandro Delgado. No es posible una proliferación de su propuesta. Es perfecta, y destructiva como toda perfección. Como el
arca guardada en el <i>sancta sanctorum</i> del templo, destruye todo a su
alrededor. Pero se trata de una destrucción nutritiva, amorosa en
última instancia, cuyas moléculas esparcidas serán abono para algo
completamente diferente. He ahí, si te parece aceptable, la continuidad que
ofrece.</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
A medida que leo, o escucho lo que esa voz sobrenatural va leyendo, siento en mis brazos y en mi vientre el esfuerzo físico de la
escritura, siento que el libro está escrito con sangre, con tripas,
con pedazos del autor, que lo han abandonado.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Es un libro que parece escrito durante décadas, pero también parece escrito por un principiante. Un ingenuo. Porque sólo la inocencia es capaz de acometer una tarea tan descomunal. Y aunque la contratapa da cuenta de una larga trayectoria literaria que atribuye a Delgado, la sacra ingenuidad es innegable. Porque no existe otra posibilidad. Porque solo en la mente del principiante pueden existir tantas opciones, mientras que en la del baquiano hay apenas unas pocas.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
Escribir es difícil. Escritor es el individuo
al cual escribir le cuesta mucho más que al común de las personas.
Pero por sobre todo es difícil escribir un libro así, en una dimensión
diferente.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ur es un lugar en busca del cual parte un grupo
de extraños personajes: un capitán telépata al mando de una nave
inteligente, un clon lleno de cuestionamientos existenciales, un par
de mellizas devenidas siamesas, un gigante y su enamorada, una vaca
sentimental. No se sabe muy bien por qué van a Ur, ni si es posible
llegar, ya que está ubicado en otra dimensión. Así resumido no
debería despertar ningún deseo de lectura; más bien un aburrido escepticismo. Sin embargo, eso sería un terrible error. Parte del
misterio de Ur es que esta historia funciona maravillosamente. Ur es
mucho más que su descripción.</div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Ur tiene el don de hablar a cada uno sobre cosas
distintas, como los mitos inmortales. A mí eligió hablarme sobre
literatura; sobre la creación literaria, y sobre la escritura como
sustrato de la realidad.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Aquí todos los personajes parecen una
descomposición del creador literario: el capitán telépata, sin
más nombre que su función directriz, tratando constantemente de
meterse en la piel de otras criaturas y sentir desde su perspectiva,
intentando conducir la nave hacia un lugar que no sabe muy bien dónde está, es claramente el aspecto más consciente de la creación: el autor
tratando de escribir la obra, de conducir la nave. </div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
La nave, la obra misma, obediente a las órdenes recibidas, pero con
autonomía creciente, parece en cualquier momento al borde de
mandarse por su cuenta, fuera de control, porque de última sabe más
que el capitán sobre lo que debe hacerse y cómo hacerlo. </div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
El clon,
con recuerdos implantados, creado adulto de repente, es demasiado
parecido a un personaje literario, inventado para la obra, con
recuerdos impostados. Las siamesas: la búsqueda del alma gemela, que
es también la búsqueda del lector ideal, porque ¿para quién y
para qué, sino, escribe uno? El texto está repleto de marcadores
que sugieren esta semántica: las gemelas, por ejemplo, se unen
(siamesarizan, dice Delgado) en un atardecer especial -eso es muy
romántico- y a partir de ahí cargan el karma de ese instante, hasta
la separación. No voy a profundizar esto, pero está por todo el
texto. Otro: un escritor que se escinde de su misterio poético, las causas
y lo que ocurre con cada parte; el gigante que es quizá el personaje
más humano (irónicamente, el único), es el melodrama. Se ha dicho
que toda historia es policial. Yo creo que toda historia es
melodrama. He ahí el gigante, la mecánica de la narración. Ur: una
creación poética, un verdadero planeta de clase Ur.</div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero Ur es, sobre todo, una historia muy
divertida que se lee casi de un tirón. Sokon m ha establecido que Ur
es muchas cosas. Coincido. Hay en él un sentido alegórico, un sentido
analógico, uno anagógico, y posiblemente muchos más.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Los defectos: la identificación de Ur con
Montevideo fracasa rotundamente, pero es mejor así, porque
Montevideo ya no tiene nada que ver con esta historia, si es que en
algún momento lo tuvo. Hay salidas de tono que parecen chistes
innecesarios; pero en una obra de esta calidad podemos asumir que
quizá, estas excrecencias no las estamos leyendo en el registro
correcto. Dicho de otro modo, quizás existe un registro en el cual
no sean salidas de tono.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por otro lado, no hay una palabra que no tenga
peso (y aquí vuelvo a la creación como tema central de Ur). La literatura es importantísima en este libro. No es, ni intenta ser,
un sustrato transparente e inocuo que viabiliza la manifestración,
una especie de éter, sino que es el UNO del cual todo procede por
adaptación y especialización y diversificación, como sostiene la
tabula smeralgdina. De hecho, si Ur se hubiera publicado en el siglo
XVII, sería un hermoso grimorio sobre alquimia.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No es habitual que se publiquen libros como Ur
en Uruguay, ni en otro lado. Es un privilegio al que no deberías renunciar.</div>
</div>
Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-46043524672606132272013-02-11T13:41:00.002-02:002013-02-11T22:02:30.826-02:00Palabras, palabras, sólo palabras... las mejores palabras<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>
El Pasajero</b></span></div>
<div>
<div style="text-align: right;">
<i>Rodolfo Rabanal</i></div>
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCT0fhNuwZdBqkOsxJb_LK6qX8ZVbpfDZ7ET_HzsXl4Glp26pKLfEv8CmazjJAOMrLQ6lPsRo7as8RHqwa3bCo-QASEBv9Vea1DigRVYe_mw6cneGbmVXsP0_BfHCG7Kln73eero-jeqc/s1600/el-pasajero-rabanal-rodolfo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhCT0fhNuwZdBqkOsxJb_LK6qX8ZVbpfDZ7ET_HzsXl4Glp26pKLfEv8CmazjJAOMrLQ6lPsRo7as8RHqwa3bCo-QASEBv9Vea1DigRVYe_mw6cneGbmVXsP0_BfHCG7Kln73eero-jeqc/s320/el-pasajero-rabanal-rodolfo.jpg" width="212" /></a><span style="font-family: inherit;"></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-family: inherit; text-indent: 36px;">A ver… Caballeros, damas, préstenme su atención un momento. Les quiero presentar aquí al señor Rodolfo Rabanal, referente prolífico y recurrente representante cuya lectura os recomiendo. Se trata de un escritor… digamos, un escritor </span><span style="font-family: inherit; font-style: italic; text-indent: 36px;">becado</span><span style="font-family: inherit; text-indent: 36px;">. Rodolfo recibió la beca Fulbright y se fue a producir a Iowa; y diez años más tarde los comités benefactores aún confiaron en él dotántole con la Guggenheim. Y si no os impresiono con todo esto, también diré que al regreso de Iowa (que bella palabra) Iowa decía, se fue a París a ser corresponsal de un diario argentino. Pero lo echaron, y la Unesco aprovechó esa oportunidad imperdible para reclutarlo como traductor y luego como Agregado cultural. También en su país, un día que regresó, debió llevar adelante una Secretaría de similares responsabilidades.</span></span></div>
<br />
<div style="text-indent: 36px;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
</div>
<div style="text-indent: 36px;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Así que, señores, señoritas, los voy a dejar con Rodolfo que va a hablarnos de su novela <i>El </i><span style="font-style: italic;">Pasajero</span>. Bien, me dice Rodolfo, aquí al oído, que en estas páginas se cuenta la historia de un grupo de escritores de distintos países, becados por una <span style="font-style: italic;">sospechosa</span> (sic) organización para alojarse durante el invierno en New Caen, un pueblito universitario sito cuatrocientos kilómetros al norte de Chicago.</span></div>
</div>
<div style="text-indent: 36px;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
</div>
<div style="text-indent: 36px;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Perdón, dice Rodolfo. Debe, dice, ausentarse un momento, pero yo voy a continuar hablando de esta obra que me gustó mucho y cuya lectura recomiendo rabiosamente. Vaya Rodolfo, aquí lo esperamos. </span></div>
</div>
<div style="text-indent: 36px;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
</div>
<div style="text-indent: 36px;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Pues bien, si la finalidad de <i>El </i><span style="font-style: italic;">Pasajero</span> fuera confirmar que existe vida al norte de Chicago, la empresa fracasaría miserablemente. New Caen parece un pueblito de cartón. Los personajes son, apenas, bosquejos más bien traslúcidos. Y en esta historia no pasa nada. No hay trama, no hay nudos narrativos, la poca expectativa que alienta al lector, suele evaporarse sin satisfacción alguna.</span></div>
</div>
<div style="text-indent: 36px;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
</div>
<div style="text-indent: 36px;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Ah, aquí vuelve ya, Rodolfo. Pero continuando, decía que el estilo de Rodolfo es tan excepcional, el vocabulario es tan preciso, ostenta una riqueza plasmada en la expresión siempre perfecta, las descripciones son tan evocativas, la sintaxis tan bruñida, que, a pesar de la ausencia de todo elemento novelísitico, Rodolfo nos transmite emociones vivas. Frías, sí, como el invierno en New Caen. Y, dicho sea de paso, me atrevo a decir que el <span style="font-style: italic;">Invierno</span> es el único personaje aquí. </span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">El estilo indirecto con el que se refieren todas las alocuciones, a través de la voz del narrador (uno de los escritores becados, argentino) nos impide estar a solas con ninguno de los personaje, y hasta nos invita a dudar de su existencia. En un apuro, ni siquiera sabría precisar cuántos son. Sé que hay un polaco, un húngaro, una pareja de jovencitas.</span></div>
</div>
<div style="text-indent: 36px;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
</div>
<div style="text-indent: 36px;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Me atrevo a decir, corríjame Rodolfo si no concuerda, que la clave de <i>El </i><span style="font-style: italic;">Pasajero</span> está en la descripción de la vida de campus universitario, que ya se sabe es tan abúlica, aburrida hasta la languidez, y sin embargo aquí, como en las más populares comedias de Hollywood, se muestra amena y hasta interesante. Esta ficción, sumada a las ausencias mencionadas, no puede decirnos otra cosa sino que la historia es una fantasía del narrador. El bosquejo de una obra que prepara mientras goza (quizá él sí) de una beca.</span></div>
</div>
<div style="text-indent: 36px;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
</div>
<div style="text-indent: 36px;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Esta sensación de bosquejo laboriosamente editado es aún más evidente en algunos desaprovechamientos casi toscos. En primer término, el misterioso representante de la organización benefactora, Edwin Thurber, cuyas intenciones desconocidas generan la insinuación de un ambiente paranoico, pero no ocurre nada con él y se desvanece a pocas páginas de su entrada triunfal.</span></div>
</div>
<div style="text-indent: 36px;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
</div>
<div style="text-indent: 36px;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Y luego, la pistola. Recordemos las palabras de Guillermo Martínez en <span style="font-style: italic;">La Víctima</span>: <span style="font-style: italic;">«… ‘</span>y esa misma tarde compró un 38 corto, de seis tiros.’ <span style="font-style: italic;">Así terminaba el primer capítulo. Roberto sintió que se adentraba en tierra de nadie. Las frases más inocentes podían ahora ser significativas; las palabras tenían otro peso, otras resonancias. Ahora había un revólver de por medio, y todo estaba bajo amenaza ¿No era exactamente eso, según Chejov, lo que diferenciaba a la literatura de la realidad? Si hay un revólver, antes de las doscientas páginas el revólver se disparará. Los personajes se aguzaban: nada de lo que harían, nada de lo que dirían, sería ya casual.»</span> </span></div>
</div>
<div style="text-indent: 36px;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
</div>
<div style="text-indent: 36px;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">El narrador de <i>El </i><span style="font-style: italic;">Pasajero </span>es obsequiado con una pistola cargada de muerte, en un momento en que la idea del asesinato ronda su cabeza y varias situaciones de molestia y odio tiñen las anécdotas de nuestro narrador. Pero la pistola es envuelta en franela y guardada en un cajón, donde hasta Rabanal parece olvidarla.</span></div>
</div>
<div style="text-indent: 36px;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
</div>
<div style="text-indent: 36px;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Varias páginas desgranan referencias a la obra de Hopper (tenemos un de sus cuadros iluminando un <a href="http://exceptioveritatis.blogspot.com/2008/03/porque-est-lloviendo.html">viejo muro</a> de este sitio), alentando a buscar en ellas el tono y el significado de estas páginas. Mala señal. Siempre es mala señal si hay que interpretar por el lector. Por fortuna, filosóficamente la obra no dice nada, y si Rodolfo quería decir algo, debemos agradecer que no lo consiguió.</span></div>
</div>
<div style="text-indent: 36px;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
</div>
<div style="text-indent: 36px;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Así que, nada, recomiendo esta novela de exquisita lectura ¿No sé si quiere agregar algo, Rodolfo?</span></div>
</div>
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-45980857534215156062012-09-24T13:02:00.001-03:002012-09-24T18:39:01.687-03:00Efemérides<div style="text-align: justify;">
Un día como hoy, pero del año 1947, nacía en París, entre los escombros de la<i> Hispano Suiza,</i> un discreto emprendimiento editorial. El sello <i>Grandes Maestros Desconocidos</i>. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Desde el primer momento, aún cuando el denso cortinaje de la impopularidad, la novelería y el escaso interés literario de la época, hacía innecesario cualquier ejercicio de discreción y retraimiento, el Concejo Editor de GMD permaneció en las sombras. Esta actitud justificada en un breve prefacio, que antecedió las tres primeras obras publicadas, como un sincero interés por salir de escena y dejar al lector a solas con los personajes y su devenir, se hacía imprescindible, según lo explica el propio Concejo Editor, debido a la naturaleza pública de dos de sus miembros.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Según se da a entender a través de la magra elocuencia de esos prefacios, la integración de este órgano tendría mucho que ver con que la sede del emprendimiento fuera la ciudad de las luces, la vieja Lutetia de Lautréamont, aunque gran parte de su obra estaba publicada en castellano.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Entre las singularidades de este sello, que tuvo su auge en los últimos años de los 50 y que de alguna forma llegó a destellar en el albor de los 60 -sobre todo con la publicación póstuma de <i>Quand l'aube nuageux</i> del malogrado escritor lituano <span style="background-color: white; font-family: sans-serif; font-size: 13px; line-height: 19.200000762939453px; text-align: start;">Oskaras Milašius</span>- podemos contar el infrecuentísimo hecho de que publicara traducciones al castellano de obras que no tenían edición en su idioma original. Este hecho, para mí sorprendente y revelador del claro fin que llevaba a estos misteriosos lieratos de la época (este último predicado es una asunción mía, que no encuentra un solo documento que la apoye) a encender esta antorcha en épocas aún oscuras, cuando el polvo de los escombros no se había asentado aún y permitir entrever en medio de la bruma insana, las siluetas de quienes habrían quedado del otro lado de la <i>Libération</i>, parece no haber despertado interés alguno en las escasas referencias periodísticas que motivó el emprendimiento.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El crítico Georges Duckell refiere en un brevísimo ensayo, que era la delicia de la biblioteca de mi tioabuelo, el carácter marcadamente impopular del sello, casi explícitamente declarado en las primeras palabras de presentación. Citando de ese volumen, que amablemente conservo, decía allí el Concejo Editor: «<i>Antes de que la idiotez apresure los pasos hasta la tercera guerra, es preciso rescatar de los anales inexistentes del silencio, ciertas palabras que, aún cuando pocos puedan valorar en su altísima gracia y osadía, merecen no morir sin ser presentadas, dar a luz y comenzar su carrera del destino. Tan sólo eso pretende este [...]</i>» (aquí termina la cita de Duckell).</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
¿Se puede ser más antipático, pregunto, que hablar de la próxima guerra cuando aún los sobrevivientes no acaban de animarse a festejar con franqueza el fin de la última? Duckell lo dice con gran lucidez, y yo concuerdo: GMD es la antítesis declarada de los sellos populares.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Así, publicó irregularmente una veintena de títulos que no pasaron de ser conocidos en círculos escuetos allegados a la crítica, al alcoholismo y también, en algunos casos, al academicismo, hasta donde el propio sello se ocupaba por hacer llegar las obras al salir de la imprenta.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
El breve auge mencionado se dio en 1957 con la publicación de <i>Chapeux Chinoise</i>; rara nouvelle que debemos al Tte. Verulam, seudónimo aceptado de Graham Greene, escrita directamente en castellano. También, según Duckell, aunque no he podido confirmarlo, Eric Ambler incurrió este camino con una obra que prefiguraría en todo su posterior <i>Una cierta angustia</i>.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
No hace tanto que reseñamos aquí <i><a href="http://exceptioveritatis.blogspot.com/2011/09/del-cuartucho-del-fondo.html">Una Merkel para Jonny</a></i>, del uruguayo-canadiense Antonio Fergus. Voces hay que quieren asimilar GMD a otros Grandes Maestros Desconocidos y auguran un resurgimiento del renovado o transmutado Concejo Editor al cumplirse los 65 años de su fundación. Quizás, cumplido el plazo, sea este recuerdo de su rara gesta editora, el poco esperado renacer del sello.</div>
Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-37931204718062476832012-06-18T12:18:00.000-03:002012-06-18T12:23:55.237-03:00La parte de atrás de los ojos<div style="text-align: justify;">
<i>Creo que también debo incluir aquí, aunque me pese, una singular profecía que deslizó Rago en otra de sus clases. Hablaba del sistema nervioso y de las investigaciones sobre la inteligencia humana; se había burlado ya un buen rato de los que se afanan en medir de cien modos distintos el cráneo de Einstein y de los tests del cociente intelectual. Declaró luego que los diversos tipos de inteligencia se podían reducir a dos formas principales: la primera de ellas, dijo, es la inteligencia asimilativa, la inteligencia que actúa como una esponja y absorbe de inmediato todo lo que se le ofrece, que avanza confiada y encuentra naturales, evidentes, las relaciones y analogías que otros antes han establecido, que está orientada de acuerdo con el mundo y se siente en su elemento en cualquier dominio del pensamiento.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>–A propósito –dijo entonces–: tenemos aquí mismo un buen ejemplo.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Vi con inquietud que miraba hacia mi banco.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>–Sí, sí: usted, jovencito; no se haga el distraído. ¿No es su nombre acaso el que nos aburre desde el cuadro de honor de nuestra querida institución? ¿No es usted el que termina sus exámenes antes que nadie y le da igual que sean de Literatura o de Química, de Astronomía o de Puericultura? Ahora bien, este tipo de inteligencia se diferencia únicamente en aspectos cuantitativos de las facultades normales de cualquier persona, es sólo una acentuación de la inteligencia común: más rapidez, mayor penetración, más habilidad en las operaciones de análisis y de síntesis. Es la inteligencia de los llamados talentosos, o "capaces", que el mundo conoce por miles. No se ofenda –me dijo, encogiéndose de hombros–; es la inteligencia que mejor se aviene a la vida y es de este tipo también, después de todo, la inteligencia de los grandes sabihondos, de los </i>humaniora<i>. Tiene sólo dos peligros: el aburrimiento y la dispersión. La vanidad la incita a poner el pie en todos los campos y la facilidad excesiva, ya se sabe, acaba por aburrir. Pero salvados esos dos obstáculos, será usted sin duda un hombre exitoso, lo que fuera que eso signifique. En cuanto al otro tipo de inteligencia –dijo– es mucho más raro, más difícil de hallar; es una inteligencia que encuentra extrañas y muchas veces hostiles las ligaduras más comunes de la razón, los argumentos más transitados, lo sabido y comprobado. Nada es para ella "natural", nada asimila sin sentir a la vez cierto rechazo: sí, está escrito, se queja, y sin embargo no es así, no es eso. Y este rechazo es a veces tan agudo, tan paralizante, que esta inteligencia corre el riesgo de pasar por abulia, o por estupidez. Dos peligros también la amenazan, mucho más terribles: la locura y el suicidio. Cómo sobrellevar esa protesta dolorosa contra todo, esa sensación de no estar emparentado con el mundo, esa mirada que no registra sino insuficiencia y debilidad en los lazos que todos los demás encuentran necesarios. Algunos lo consiguen, sin embargo, y entonces el mundo asiste a las revelaciones más prodigiosas y el exiliado de todo enseña a los hombres a mirar de nuevo, a mirar a su modo. Son pocos, muy pocos; la humanidad los acoge otra vez en sus brazos y los llama genios. Los demás, los que quedan en el camino... –murmuró para sí– no encuentran lugar bajo el sol.</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Guillermo Martínez</span></div>
<div style="text-align: right;">
<b><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><i>«Acerca de Roederer»</i></span></b></div>Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-35436165188806996512012-04-25T12:28:00.002-03:002013-12-04T14:08:53.099-02:00Ahhh, libros<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='400' height='333' src='https://www.youtube.com/embed/tkJPMsWw6Z8?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe><br />
<br />Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-85708876009836595402012-03-07T11:07:00.000-02:002012-03-07T11:46:11.647-02:00Bartolomé ante los presidentes del primer mundo<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i><br />
<i>«El hombre que se expatria por un acto deliberado de su voluntad nos da por ese hecho la garantía de que es un ser enérgico y responsable, que viene con un propósito; que trae un capital grande o pequeño, que se basta a sí mismo, que viene a enriquecer a la sociedad a que se agrega incorporando a ella una nueva fuerza física y moral, que obedece libremente a sus inspiraciones, consulta sus conveniencias y toma su asiento en nuestro hogar concurriendo sin esfuerzo a la armonía general. Éste es el tipo del inmigrante voluntario. El inmigrante contratado, reclutado o comprado por empresarios que buscan sus conveniencias más que el porvenir de la colonización, es un ser irresponsable, que no obedece su libre albedrío, que viene esclavizado a un contrato de explotación.»</i><br />
<div style="text-align: right;">
<b><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;"><br /></span></b></div>
<div style="text-align: right;">
<b><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Bartolomé Mitre ante el Senado de la Nación</span></b></div>
<div style="text-align: right;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">septiembre de 1870</span></div>
<i><br /></i><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8LoPo-CyjNOgasks9tfczQg29drEx7D5vn8eXQDIkRxeglVRH60bEwCLoTmHz9-rGUjGgrqb9RNgFBPzjkURh_hEm3S4-HyGDW8hGkYXxMXQpzC-di15RZoxhDF0qpBAU2AVvXpLNrY0/s1600/todox2pesos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8LoPo-CyjNOgasks9tfczQg29drEx7D5vn8eXQDIkRxeglVRH60bEwCLoTmHz9-rGUjGgrqb9RNgFBPzjkURh_hEm3S4-HyGDW8hGkYXxMXQpzC-di15RZoxhDF0qpBAU2AVvXpLNrY0/s400/todox2pesos.jpg" width="400" /></a></div>
<i><br /></i></div>Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-41342947633336419252012-02-28T13:10:00.000-02:002012-02-28T16:34:44.573-02:00Fe<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
–En Córdoba está el diablo –me decía Manuel parado en medio de la platabanda, tapándome la vereda. –Cuidate.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Yo ya lo sabía. Antes que me lo dijera, lo sabía. A espaldas de Manuel la niebla seducía las farolas, tan lindas, coloniales; las envolvía apagando las más lejanas. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Le dije vamos a volver, Manuel. Pero él siguió hacia el hotel a través del parque. –Si me ves que me comporto raro, que no te parezco yo, dejame, no te acerqués, chiquilín. –Y después se fue disolviendo en la bruma, con las puntas del saco dobladas hacia arriba y la gomina de la mañana ya opaca.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGdPWQYhO-vniYJrI1DhdqO8-rVRbR4bFp1vmW3MxbMOk-hc4f-dVepfH0HGi4WUGQIUTfAYRRIW6AOCbTp0Hf0MWfLjm4R8r50mOGYmKbS7AzCW8U_YhAC2ISrKV33vjXqHwlnh3gUVI/s1600/IMG_1331-1.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGdPWQYhO-vniYJrI1DhdqO8-rVRbR4bFp1vmW3MxbMOk-hc4f-dVepfH0HGi4WUGQIUTfAYRRIW6AOCbTp0Hf0MWfLjm4R8r50mOGYmKbS7AzCW8U_YhAC2ISrKV33vjXqHwlnh3gUVI/s320/IMG_1331-1.JPG" width="320" /></a></div>
<br />
En la puerta del teatro todavía quedaban algunos conferencistas trasnochados, pero no estabas vos, que te habías perdido desde que me distraje con lo de la fe del alquimista, de Charconac. Te disolviste en el paraninfo como Manuel en esta noche rara, de ritos políticamente incorrectos. Y con vos se apagó la gracia, Grace, como esa película en que se muere el protagonista muy pronto, que sos vos, yo soy solo espectador, especto; expectoro. Y me estaría limpiando con la manga, la petaca aún en la mano, mientras desde el suelo oscuro arrinconado al costado del teatro, se encendía una brasa, cada vez más y más blanca. El mendigo volvía a fumar el cigarrillo que le di en la tarde por limosna, y ya se había fumado, si yo le di fuego. Hasta jugaba con el humo cuando me dijo esa frase imposible, horrible.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
–En Córdoba está el diablo –me dijo Manuel antes de irse. Pero ahora, en ese rincón sucio, podrido, del que se levantaba una risa cavernosa por atrás de la tos llena de babas, yo sabía que en Córdoba estaba Dios. Había venido a juzgarme.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
También supe algo nuevo, algo que nunca había sabido. <span style="text-align: justify;">Algunas veces sucede que, por azar, en la desesperación de la angustia uno puede quedar cara a cara con la divinidad. Sin buscarlo, ni entenderlo. Incluso sin creerlo. No dura demasiado. Un destello de sinceridad y, con suerte, lucidez. Luego regresa el anhelo de revertir la situación angustiante. De olvidarse de todo. Pero un instante de iluminación es la iluminación, y no tiene sentido hablar de la duración de lo eterno. Ya lo dijo Charconac, y vos sonreíste; así que lo escuchaste bien. Sin embargo, es solo un destello.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjU5QUEsb2hfvMg5_lGzkhoBlfpW_TkM9G-9ScgkIDcuUVvWyotmE7yYtoUDrN9JpuODvTukcNpuVTI4sopKFxE-dH1rmPiEhfDnSZc3WeYzfUkCc9DhMnNAH95PtZrhYh82Nq8yYNbnrY/s1600/IMG_1325.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjU5QUEsb2hfvMg5_lGzkhoBlfpW_TkM9G-9ScgkIDcuUVvWyotmE7yYtoUDrN9JpuODvTukcNpuVTI4sopKFxE-dH1rmPiEhfDnSZc3WeYzfUkCc9DhMnNAH95PtZrhYh82Nq8yYNbnrY/s320/IMG_1325.JPG" width="320" /></a><br />
<div style="text-align: justify;">
Esa lucidez, la conciencia de ese instante, es el conjuro para evocar, luego, el sentimiento sagrado. La pista de lo que buscas. Un rastro. Hay una palabra que ahora no recuerdo para ese salto que se produce en la espiral evolutiva. Maite la sabía. Un salto en calidad, completamente diferente del avance paso a paso, gradual, al que uno cree estar más habituado. Se produce a partir de un tipo de entrega. Con la aceptación de que intelectual o físicamente no se puede, y de todas formas se continua intentándolo con fe irracional. Una pequeña superación, momentánea, y duradera, del ego. Ergo sum.</div>
</div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Es la fe. Sucede que en momentos de necesidad o de angustia, uno puede quedar cara a cara con la fe. Durante un instante.<br />
<br /></div>Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-69476943821097143812012-02-24T01:26:00.000-02:002012-02-27T16:37:17.651-02:00Fe<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbGbVr_-k46OHL3D3OsVaJCwkFgyw6Ij__LnpfwjxtnhsHB_IMkeJdyer33yiaRtVmFzgxOCR-hRkqzSZyFlGDo0SdvjX03kaWhkQbNVSEUi4jMXsrW7D-RkDDi5Q08V0mTAOsS7zGse8/s1600/Copia+de+baliza.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="324" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbGbVr_-k46OHL3D3OsVaJCwkFgyw6Ij__LnpfwjxtnhsHB_IMkeJdyer33yiaRtVmFzgxOCR-hRkqzSZyFlGDo0SdvjX03kaWhkQbNVSEUi4jMXsrW7D-RkDDi5Q08V0mTAOsS7zGse8/s640/Copia+de+baliza.jpg" width="500" /></a></div>
<br />Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-6804882619486350132012-02-17T16:56:00.001-02:002012-02-17T17:01:39.328-02:00Alguna necesidad, quizá<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><b>Lo Improbable y Otras Novelas</b></span></div>
<div style="text-align: right;">
<i>Julián Rodríguez</i></div>
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKDHZv46Limm-xT5m6U5NSkIGCMvY6KrjLiZYygU5Oxycd_YuJPD2_YqncRcBtIEm9FSprX_Cc2j1xgEi5WD7S19PCDlqtMqgWFFnttG-_Ew_yPFUwlXQXpnbPBmXY1kuGeFCsGnxtJ4M/s1600/impro.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKDHZv46Limm-xT5m6U5NSkIGCMvY6KrjLiZYygU5Oxycd_YuJPD2_YqncRcBtIEm9FSprX_Cc2j1xgEi5WD7S19PCDlqtMqgWFFnttG-_Ew_yPFUwlXQXpnbPBmXY1kuGeFCsGnxtJ4M/s320/impro.jpg" width="222" /></a><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">H</span>e aquí un libro hinchado y pretencioso, petitero, que recomiendo leer a quien disfrute de una buena lectura.<br />
<br />
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">C</span>reyente de la reescritura, desconfío, sin embagro, cuando se realiza post publicación. Tal parece ser el caso de este raro ejemplar. Está claro, hasta en su declaración, que no se trata de una obra de arte. Por el contrario es un compendio, reedición y corrección todo en uno. </div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">S</span>e trata de tres libros: <i>«Lo improbable»</i>, <i>«La sombra y la penumbra»</i> y <i>«Ninguna necesidad»</i>. Y en esto, quiero ser claro, coincido totalmente: no había ninguna necesidad de hacer esta compilación. Julián Rodríguez escribe muy bien, muy bien. Es un escritor. Sin embargo, la mayoría de lo publicado aquí (incluyendo la premiada última novela, aka «Ninguna necesidad») son ensayos antes que obras literarias. A ver, queda un poco confuso así... son intentos, ahí está. Son intentos literarios antes que obras, exploraciones del autor en torno a una forma que le es, aún, en esas páginas, esquiva. No tiene que ver con la elipsis esta dificultad que refiero. Rodríguez la domina bastante bien. Falta algo de trabajo para que la lectura interese. En muchos pasajes los azares parecen demasiado despreocupados, tomados al primer golpe de pluma y luego, sí, trabajados con oficio.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">E</span>n contraste con esto, el estilo de Rodríguez cautiva desde el comienzo. Durante páginas y páginas, la ausencia de adjetivos adjuntos otroga a la prosa la contundencia de un texto escrito sobre granito. Hay poco más, es cierto, los personajes son simplotes, las anécdotas suelen aparecer poco interesantes entre la bruma de una trama mal trabajada, los detalles no siempre son los adecuados. Pero, a pesar de todo lo dicho, recomiendo sinceramente leer a Julián Rodríguez.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">L</span>a segunda obra, en particular ("La sombra y la penumbra») consta de tres relatos que tienen toda la fuerza bruta y la sutileza de Raymond Carver y Cesare Pavese. Es mi recomendación. Es una verdadera obra de arte. Prefiero el primero de los tres, pero hay de sobra lugar para matices personales en cualquiera de ellos.<br />
<br />
<span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">J</span>ulián Rodríguez: un gran escritor que hay que leer. Y releer. Sobre todo aquel que desee llegar a escribir bien.</div>Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-30893162130206970582012-02-07T17:38:00.002-02:002012-02-07T17:49:28.155-02:00Y te llamaré Montevideo<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjj7t2rOyI2AII13dUsc2x2hrzjO69a9yAa33byyfpydM8hFx4c394H6nyjdCQke3nju5nDz9QKoeSxpxDao3K2koWMRJKkM6cyKExFFl1NkIfLAfK6Adkz01tN_KyHLUKls2dVK-ABVD8/s1600/cartel.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="183" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjj7t2rOyI2AII13dUsc2x2hrzjO69a9yAa33byyfpydM8hFx4c394H6nyjdCQke3nju5nDz9QKoeSxpxDao3K2koWMRJKkM6cyKExFFl1NkIfLAfK6Adkz01tN_KyHLUKls2dVK-ABVD8/s200/cartel.jpg" width="200" /></a></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">La
imaginación yerma del Nomenclator
podría ser síntoma de mezquindad, pero lo más probable es que sea
una expresión genuina, casi honrada, de medianía. Lo cual incluye,
claro, a la mezquindad.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"> Este
órgano expresa una determinada forma de ver el entorno y de crearlo;
una concepción opuesta a la tesis del Cratilo según la cuál, como
se sabe, el nombre es arquetipo de la cosa. Pero sucede que, a la
larga, la rosa acaba siempre estando en las letras de rosa. Así que
el Nomenclator, al final de cuentas, está creando la ciudad, aunque
él crea que nombra por simple convención humana.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"> <i>Convención
</i>es un buen nombre de
calle. No es brillante. <i>Convención
Humana </i>o
<i>Humanas
Convenciones, </i>están mejor. <i> Convecciones, </i>mucho mejor.<i> </i>Pero
está bien. Sobrevive
desde una época en que la creación de Montevideo era un proceso más
vivo. Más orgánico al menos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"> Carece
de sentido común, estético, humano, sensible, responsable llamar a
una parte de la ciudad: Ángel Rodríguez o Gutiérrez Ruiz. Porque
poner nombres a partes de Montevideo, es una tarea asimilable a la
del nomoteta a quien el creador puso delante de cada cosa,
para que él decidiese cómo llamarla, y completar así la creación.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"> <i>Bulevar
de los Sueños Olvidados</i>,
<i>Calle de las
Mulatas, Cucarachas, Pasaje del Ornitorrinco, Aguas Servidas, De los
Amores Clandestinos, del Amor Austero, Pasaje de la Sombra</i>
son partes de una ciudad mucho más linda que la que se llama Hernán
Gómez, Ramón de Santiago, José María Guerra.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"> No
hay nada acá contra los nombres propios. Hay varios de gran
sonoridad: <i>Estero
Bellaco</i>
o <i>Camino Santos
Dumont</i>,
incluso. Pero están mucho más vivos esos barrios que han
esquivado con éxito el afán notarial del Nomenclator y llevan en
sus calles nombres de países, por ejemplo, o de estrellas.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"> Donde
termina Camino Maldonado la gente anda por <i>Capricornio </i>entre
<i>Acuario </i>y<i>
Sagitario; Centauro; Osa Mayor; </i>recorre la <i>Avenida
de los Astros</i> (que es paralela a <i>Capricornio
</i>pero
llega hasta <i>Tauro</i>);
<i>Urano </i>2017,
<i>Plutón </i>donde
<i>Perseo </i>hace
esquina con <i>Leandro
Gómez</i>.
Aparicio Saravia atraviesa a Leonardo da Vinci y llega a morir justo
al vértice de Quirón y Perseo.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"> No
sé, hay cosas para hacer, creo. <i>Calle
de los Prostíbulos, Sudores Súbitos, Tomkinson, Axilas.</i>
Hasta podrían usarse marcas registradas: <i>Nike
</i>entre
<i>Agua Salus y
Canestén</i>.
Prefiría hasta que se licitaran públicamente los nombres antes de
tener de perderme en calles anónimas, enredado en una maraña de
nombres desconocidos de los que probablemente jamás me interese saber
quiénes los usaron.
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br />
</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"> El
Nomenclator tiene a sus espaldas la tarea de crear Montevideo y la
gente que emanamos de ella como florescencias. No creo que haya mala
intención. Es sólo medianía, como digo. No puedo decir lo mismo de
los arquitectos.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: inherit;">¡Fuerza Nomenclator, estamos con vos!</span></div>Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-88949733562337049362012-01-26T17:49:00.001-02:002012-01-26T17:49:20.061-02:00Ver la TV<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhE7o8agW7Ezh_bXcx3HFsA1Nn5n-7NF53ILnnDdPvwdFH_CXYU8yWaC7VHqjJ6rFB5ynE3ubLkTpSqgkZ3YOR-Bl74AR_izdypXUgV3w0XTS7O9DJ_UVk7XJ4CFl0BGY-4ZMRmrtO_fYk/s1600/TV.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhE7o8agW7Ezh_bXcx3HFsA1Nn5n-7NF53ILnnDdPvwdFH_CXYU8yWaC7VHqjJ6rFB5ynE3ubLkTpSqgkZ3YOR-Bl74AR_izdypXUgV3w0XTS7O9DJ_UVk7XJ4CFl0BGY-4ZMRmrtO_fYk/s640/TV.jpg" width="465" /></a></div>
<br />Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-48781809975089168502012-01-03T17:26:00.000-02:002012-01-03T23:30:02.416-02:00Leteo<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Según este diario hallado en el piso de mi tienda, salí en busca del Leteo hará cosa de un año. No recuerdo bien el propósito de la expedición, pero nadie en su sano juicio pondría en duda la escritura de un diario hallado en su tienda, con tal encuadernación.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Tengo vaga memoria del encuentro, allí referido, con un señor Latour. Cazafortunas que atravesaba el desierto sin conocer muy bien su propósito, obedeciendo una voluntad ajena y antojadiza. He estado coqueteando con la idea de que quizá el diario le pertenezca a otra persona; en cuyo caso yo sería monsieur Latour. Sea como sea, he comprendido, o decidido, que el Leteo no existe y lo más prudente es regresar. Puesto estoy, entonces, a reconstruir los rastros que me llevarán al punto de mi partida.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
Seguir huellas en la arena no es una tarea más pequeña que partir hacia el Leteo. Si aún tuviera fe en su existencia lo más sensato sería encontrarlo y remontar, corriente arriba, sus aguas negras.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">
En la tienda hay también un instrumento. Viéndolo titilar bajo la lámpara creo aún recordar algo de una vieja, vacilante melodía. Hasta un punto en el que me es imposible continuar. Como si aún no estuviera escrita.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dy9sEqf1agisufjaWL2WmfqUUzun8O6DbtF0ulPngdnuo4Zmk9lOmF5lSlTj2jH2ppT2J8WIjxHZorzIMoQKg' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-27902815067973853302011-12-27T14:43:00.000-02:002012-01-04T09:51:06.468-02:00Azul de Chartres<div>
<br /></div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
Mercurio es el fluido que conecta lo de arriba con lo de abajo; Azufre, el omnipresente espíritu de la vida; y el tercer elemento es la Sal: materia base. Hay dibujitos para representar esta tríada<círculo abajo;="" al="" arriba="" con="" cruz="" cuernos="" círculo="" diome="" raya="" triángulo="">. Una de las operaciones principales es activar el Mercurio; hacerlo pasar de un elemento inerte a uno activo, según la perspectiva del trabajo alquímico. Pero Mercurio es el mensajero, el fluido capaz de conectar el cielo y la tierra. ¡El Mensajero debía ser la clave para romper el velo que esconde el arcano mayor! El dios de las fronteras es el vehículo que permite al hombre atisbar del otro lado, asomarse por un momento tras el velo de Maya y contemplar extasiado los engranajes que mantienen el mundo en funcionamiento.</círculo></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Hay una sola entidad que ha jugado ese rol de acompañar al hombre hasta el otro lado. Esa misma mañana se había dicho en una charla acerca de "Lo sobrenatural en la naturaleza" <charla>: Lucifer, el portador de la luz.</charla></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Luego, más lúcido saqué otras conjeturas que me devolvieron a la negrura y la confusión. Pero ahora, mi avanzadilla había sido delatada por algo y me habías descubierto, mi Venus. Lo que me hirió de esa tarde, lo único, lo que en verdad me lastimó un Tajo amargo con olas densas de borraja no fue el recuerdo de tu raja sino el ángulo de tu brazo, hubiera cantado el Faqui por los sótanos de la Movida. Lo que me molestó, te decía Grace, fue que te alejaras de la bestia cuando me viste. Apenas. Nada, casi. Actitud de alejamiento, habría escrito Maite. Y, además, que sonreíste con sinceridad al ver que me acercaba.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
Los tres, como buenos compañeros de conferencia compartimos banco, vos en medio; compartimos los cigarrillos de Marcus; compartimos la charla de esa tarde que comenzaba a morir. La glorieta. Compartimos la soledad que empezaba a ralear el flujo de paseantes en la plaza <plaza>. Compartimos todo Grace.</plaza></div>
</div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Por fortuna, quien más compartió fue Marcus, que habló y habló y habló. Te hablaba a vos, claro. Pero si no lo hubiera odiado tanto habría acabado queriéndolo. Era mi enemigo natural. Apreciarlo sería motivo de otra charla: “Lo sobrenatural en la pareja”. Porque está claro que somos pareja, Grace, ¿verdad? A esta altura ya deberías tenerlo claro.</div>
</div>Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-53235304997324081742011-11-27T12:15:00.001-02:002011-12-12T11:16:17.423-02:00Paracelso<div style="text-align: right;">
Thus He dwells in all,</div>
<div style="text-align: right;">
From life's minute beginnings, up at last</div>
<div style="text-align: right;">
To Man–the consummation of this scheme</div>
<div style="text-align: right;">
Of being, the completion of this sphere</div>
<div style="text-align: right;">
Of life: whose attributes had here and there</div>
<div style="text-align: right;">
Been scattered o'er the visible world before,</div>
<div style="text-align: right;">
Asking to be combined, dim fragments meant</div>
<div style="text-align: right;">
To be united in some wondrous whole,</div>
<div style="text-align: right;">
Imperfect qualities throughout creation,</div>
<div style="text-align: right;">
Suggesting some one creature yet to make,</div>
<div style="text-align: right;">
Some point where all those scattered rays should meet,</div>
<div style="text-align: right;">
Convergent in the faculties of Man.</div>
<div style="text-align: right;">
When all the race is perfected alike</div>
<div style="text-align: right;">
As Man, that is; all tended to Mankind,</div>
<div style="text-align: right;">
And, Man proudced, all has its end thus far:</div>
<div style="text-align: right;">
But in completed Man begins anew</div>
<div style="text-align: right;">
A tendency to God. Prognostics told</div>
<div style="text-align: right;">
Man's near approach; so in Man's self arise</div>
<div style="text-align: right;">
August anticipations, symbols, types</div>
<div style="text-align: right;">
Of a dim splendour ever on before</div>
<div style="text-align: right;">
In that eternal circle life pursues.</div>
<div style="text-align: right;">
For Men begin to pass their nature's bound</div>
<div style="text-align: right;">
And find new hopes an cares which fast supplant</div>
<div style="text-align: right;">
Their proper joys and giefs; ther grow too great</div>
<div style="text-align: right;">
For narrow creeds of right and wrong, which fade,</div>
<div style="text-align: right;">
Before the unmeasured thirst for good; while peace</div>
<div style="text-align: right;">
Rises within them ever more and more.</div>
<div style="text-align: right;">
Such men are even now upon the earth,</div>
<div style="text-align: right;">
Serene amid the half–formed creatures round.</div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: x-small;"><b>Robert Browning</b></span></div>Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-18431114566997232992011-11-10T16:03:00.000-02:002011-11-10T17:19:49.255-02:00Karaoke +<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Una interpretación pegadiza de <i>Antonella</i>, desde detrás de las cámaras. Mejor que el original.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='400' height='332' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dxE1LI-_aibiA9Z9LIjGGaDI3Vtehh4R6SSGdP7ULfX0yEk1OO2aQu-A7eUZuh__PxyIXd_U_hay7MIEFOM_w' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-30292206310175292702011-11-01T16:39:00.000-02:002011-11-01T16:39:54.978-02:00El ahorro es la base<div style="text-align: center;">
¡Qué lindas son estas superproducciones berretas! (cómo se extrañan... lo berreta ya no es lo que era).
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='500' height='415' src='https://www.youtube.com/embed/SAe3sCIakXo?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
No sé si tiene algo que ver, pero me he dado cuenta que superprepus es palíndrome.<br />
Bueno, cada uno aporta a la red lo que tiene a mano...Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-54224415050739825992011-10-22T19:47:00.000-02:002011-10-22T19:48:00.348-02:00Haciendo covers<div style="text-align: center;">
Me olvidé de comentar que estoy aprendiendo guitarra.</div>
<div>
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='500' height='417' src='https://www.youtube.com/embed/GHJYiuZkRXw?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<div>
<br /></div>Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-18268680280702970122011-10-21T12:26:00.001-02:002014-06-17T14:34:59.033-03:00El país y la publicidad<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
Bueno, parece que el diario El País (primero siempre) anda volando con la publicidad.</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCHUxmL3oti_xWq4iEuagR1PAgbrCrHSoV9G6kZPuaHwAIpPJYxkBR2C8v15hwIaQhJV4_CYgsIjdlVy0GYANl4lGdfD5-ZzH6ZJCKS3NtALAT42tBqwj08i6vDPIs5MR3_BtJsRAD5U4/s1600/publicidad.TIF.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCHUxmL3oti_xWq4iEuagR1PAgbrCrHSoV9G6kZPuaHwAIpPJYxkBR2C8v15hwIaQhJV4_CYgsIjdlVy0GYANl4lGdfD5-ZzH6ZJCKS3NtALAT42tBqwj08i6vDPIs5MR3_BtJsRAD5U4/s400/publicidad.TIF.jpg" height="380" width="400" /></a></div>
<br />Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-5460487413078242662011-09-28T15:44:00.001-03:002011-09-28T15:44:42.685-03:00Venus<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2Kvj6kxG3cg8SKo5egk9PlZcRzgEOWVDCCfBcgtUUduRiJrTQjD4ucpdmQ5y8KeapOgJJc6iK5laHzpeGpIs-AYoMw0t4Yh38oAU4uLtq_t5jsTdVNd6FwGm2rXEfWe5fmcAURZ22nHU/s1600/titian_venus_urbino.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="226" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2Kvj6kxG3cg8SKo5egk9PlZcRzgEOWVDCCfBcgtUUduRiJrTQjD4ucpdmQ5y8KeapOgJJc6iK5laHzpeGpIs-AYoMw0t4Yh38oAU4uLtq_t5jsTdVNd6FwGm2rXEfWe5fmcAURZ22nHU/s320/titian_venus_urbino.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;">
Una individualidad sustraída a la influencia de Venus horrorizaría por su rudeza insensible: sería un monstruo inhumano que, felizmente, no intentaría reproducirse.</div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: right;">
<i>Oswald Wirth </i></div>
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: right;">
<b><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">El simbolismo Astrológico</span></b></div>
Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-75034939056154438622011-09-14T23:16:00.000-03:002011-09-13T23:43:14.954-03:00Del cuartucho del fondo<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: large;"><b>Una Merkel para Jonny</b></span></div>
<div style="text-align: right;">
<i><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Antonio Fergus</span></i></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">E</span>s difícil decir de qué se trata este libro. Tiene una rareza poco común: no pasa casi nada, todo parece que pasara pero se diluye, no se entiende muy bien lo que cuenta. Y, sin embargo, apasiona. Voy a arrancar en orden.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOyPBNGUniXMlPDDh1yBu0oQCqazYEtGJNZF_t5S9WOupjpQ7iM1P14jdVAHwEsfg1Uf6iPYtI5iIuAbuuv2u5RNvqo2A6F2QyTv6LZVoaUrMCCF3appCZf4TNbN6r5-E6PIQ-WOUX4W4/s1600/Fergus2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgOyPBNGUniXMlPDDh1yBu0oQCqazYEtGJNZF_t5S9WOupjpQ7iM1P14jdVAHwEsfg1Uf6iPYtI5iIuAbuuv2u5RNvqo2A6F2QyTv6LZVoaUrMCCF3appCZf4TNbN6r5-E6PIQ-WOUX4W4/s320/Fergus2.jpg" width="245" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Para los contras, Montevideo tiene aún tesoros por revelar. Uno es el cuartucho del fondo de la casa de mi tiabuela. Hace unas semanas tocó limpieza en la casona de Lezica y llegó el turno (algún día tenía que pasar) a una pieza que hay en el fondo del fondo. Abajo de incomprensibles cachibaches y encima de cuatro o cinco cucarachas macho, había tres atados de libros. Entre ellos este Fergus.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Ahora bien, volviendo a él, su virtud principal es ser diferente a todo lo que puedo recordar. No sé con qué compararlo. Un híbrido de William Faulkner y Carpentier; alguna cosa de Osvaldo Soriano... un tono similar de pueblo y de ruta que pasa cerca. Y ahí vuelvo a tomar el hilo: no pasa gran cosa, pero parece que pudieran pasar muchas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">La historia -mi versión- es bastante simple: Jonny deja embarazada a una muchacha del pueblo y sus familias arreglan un matrimonio como única forma de zanjar la cuestión. Así comienza: "El Jonny se casa el 15" le informa el padre a su esposa. Ya está. El hecho consumado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Y Jonny -que no aparece en toda la obra, salvo mudo y en un rincón, en una única escena, cuando el tío llega al pueblo y ante la pregunta ¿qué traés ahí? acota la única previsible flaqueza del libro: "Una Merkel para Jonny" –es un pibe de 19 años con un retraso intelectual; aparentemente, pues nadie lo dice nunca.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">La madre no quiere que le den la escopeta, pero como se casa, pasa a ser mayor de edad, así que hará lo que quiera. Obviamente Fergus no nos díce qué quiere, pero la descripción que hace de la carita del pibe cuando el tío saca la reluciente escopeta, valdría por sí sola toda la novela.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br /></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Me la leí de un tirón. Cuando terminé, la tapa se me antojó lo que debe haber quedado grabado en el limitado recuerdo del pobre Jonny al ver los grabados plateados sobre la escopeta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Y eso es todo. Al final queda: la casi certeza de que el Jonny no participó del embarazo y un esbozo de escalofrío ante la puerta cerrada de la nueva casa: con la muchacha, novia de no sabemos quién, el bebé, el Jonny, y la Merkel colgada en la pared encima del bargueño.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Pero funciona. Habrá que leer algo más de este uruguayo radicado –al momento de la publicación, al menos– en Canadá.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: inherit;">Salutaciones para Fergus, y suerte para el Jonny.</span></div>
Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1107669495938308655.post-56800276557484582692011-09-05T11:21:00.000-03:002011-09-05T12:29:07.995-03:00Transmutación vs Transubstanciación<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<i>«Este es el malentendido de siempre: pensamos que "Iluminación" significa que brota en nosotros una luz en virtud de la cual llegamos a contemplar algo totalmente inédito; nosotros, los mismos que éramos lo que éramos. Ciertamente es un fenómeno frecuente en la vida. Así, cuando repentinamente vemos claro un problema, o asunto, o persona, y todo queda claro siendo antes incomprensible y oscuro; o inesperadamente nos damos cuenta de algo que antes se nos ocultaba: es una experiencia grandiosa cuando de golpe tenemos una intuición que relaciona y armoniza un sinnúmero de cosas ininteligibles que quedan, por lo mismo, ordenadas y encuentran cada una su puesto. Y también hay intuiciones capaces de organizar y jerarquizar todas las cosas. De golpe, el hombre adquiere una nueva visión del mundo que, a un tiempo, tranquiliza y da nuevas alas a su espíritu. Pero todo esto nada tiene que ver con la iluminación y el despertar del que habla el Zen. Aquí se trata, no ya de que el hombre contempla algo nuevo con ojos viejos, sino de que un nuevo ojo transfigura lo antiguo. Esta nueva vista es algo distinta de la antigua que pudiera dar una nueva luz. La iluminación no dice que el hielo se funde en torno a uno mismo, sino que uno mismo cambia por así decirlo de estado físico. Iluminación significa que cambia uno mismo, y, por lo mismo, su visión. Y, por eso, un nuevo hombre contempla de una nueva manera; y, en consecuencia, contempla algo muy distinto.»</i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="text-align: right;">
<b>Karlfried Dürckheim</b></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXsCy8DPXuNIo5XPOqmyKRdoycT918eu7pOPiHd2aITUhwX70DasgWaGGbgVsKhd18jfK_81wszduOaxKCLD1dSuZZJclTrCaxN0ylkQdN55BauehsNUz5n4sPxLZZuwvn5tcY4BBWYdY/s1600/enso2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="235" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXsCy8DPXuNIo5XPOqmyKRdoycT918eu7pOPiHd2aITUhwX70DasgWaGGbgVsKhd18jfK_81wszduOaxKCLD1dSuZZJclTrCaxN0ylkQdN55BauehsNUz5n4sPxLZZuwvn5tcY4BBWYdY/s320/enso2.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: right;">
<b><br /></b></div>
Zetahttp://www.blogger.com/profile/00176216988481488883noreply@blogger.com8