«Desde la edad de 6 años tenía yo la manía de dibujar la forma de las cosas. Al llegar a los 50, había publicado ya infinidad de dibujos; pero todo lo que hice antes de los 70 no merece tomarse en cuenta. A los 73 aprendí un poco acerca de la verdadera estructura de los seres. Ahora, a los 75 años de edad, sé un poco más. En consecuencia, cuando tenga 80 años habré hecho aún más progresos. A los 90 penetraré en el misterio de las cosas. Y, cuando tenga 110, todo lo que haga, ya sea un punto o una línea, poseerá vida. Pido, a los que alcancen a vivir tantos años como yo, que comprueben si cumplo mi palabra.»
Hatsushika Hokusai
Pintor Zen
(1760-1849)
Ojala pudiésemos vivir tanto y tan prolificamente , en cuanto a la grandeza del alma se refiere!!! Como todo maestro, nunca considera que aprendio lo suficiente!!!
ResponderEliminarSí. Pero no te parece que hay cierta ambigüedad en la frase. Por un lado parece humilde. Y por otro, dice que a su tiempo, ¡cualquier cosa que haga poseerá vida!
ResponderEliminarTambién verás que el maestro falleció un año antes de penetrar el misterio de las cosas.
Casi todos manejamos un grado de ambiguedad , en algun area de la vida. Es la sal de la misma, no te parece ?
ResponderEliminarLa ambigüedad, como la precisión, no son categorías que puedan aplicarse a la realidad. Las cosas simplemente son. No son ni ambiguas, ni no ambiguas. Eso son estructuras lingüisticas.
ResponderEliminarEs suficiente que no haya amor ni odio, para que la comprensión aparezca, espontáneamente clara como la luz del día en la caverna Shin Jin Mei
Hmmm. La ambigüedad, dijo Kuai Chang Caine, y se encogió de hombros. Sacó de su mochila ajada un libro herético de Tai Chi (que viene de las montañas de Wu Dang, como todos los estilos internos de China y que se la tienen jurada con los Shaolin) y se puso a leer al lado de un arroyo.
ResponderEliminarDespués de un rato habló así:
'Ahora, el tao es uno, pero en la vida hay dos porque si no hay dos no hay fenómeno. Y es claro que hay fenómenos, como p.e. Sokon Matsumura o Kuai Chang Caine o incluso Fernando Morena. Si no hubiera fenómenos ni dos sino solamente un uno, no habría iluminación. Y la UTE tendría un negocio bárbaro. Me voy a seguir leyendo sutras'.
Bo ji so wa ka.