Diálogos livianos en la barbacue III
Diálogos Livianos en la Barbacue
Palabras extraídas del programa radial Dial-Logos-Up conducido por el periodista Sócrates Muniz , pionero de la radiofonía de El Prado, que hasta hace algún tiempo se podía escuchar en las madrugadas del barrio.
En cierta época, Sócrates intentó dar un giro a la temática de su programa, poco antes de que fuera levantado del aire.
– ¡Ah, el sexo! Qué maravilla, ¿no?
– ¿Se está refiriendo al placer erótico, o al mecanismo de perfección y perpetuación de las especies?
– Al sexo, Sócrates.
– ¿Qué es para usted el sexo?
– Es todo.
– ¿Es adicto?
– Ya no. Sólo bebo.
– Adicto al sexo, me refiero.
– …
– ¿Sabe que hay personas que lo son, supongo?
– No lo sabía, no. Ahora me haces dudar. Creo que no. Bueno, no, espera. Creo que sí. No sé, Sócrates. Siguiente pregunta.
– Ya que estamos en el tema, ¿qué es el sexo para usted?
– ¿No me has preguntado eso ya?
– No.
– El sexo es la inspiración para mi música. Pero, fíjate, no para las letras de las canciones. La guitarra acumula la libido, la contiene. Y la batería la dirige a donde yo quiera, la libera pero sin que se pierda. La redirige; la hace circular. El bajo te hace unas cosquillas por aquí. Así surge la música de Bajo el Asfalto.
– ¿Y las letras?
– La letra es otra cosa. Son sólo esas voces que se susurran. Nada más. Hacemos música, nosotros.
– Cuando componen, tienen sexo, entonces. ¿ Se la pasa bien, siendo músico, eh?
– Qué asqueroso eres, Sócrates. Qué cara de trastornado que pones, viejo. El sexo, el sexo es otra cosa. Te falta orientalidad, mi viejo.
– Nací acá, sin embargo, Zed. En El Prado mismo.
– ¡Orientalidad, Orientalidad! ¡Filosofía oriental; tantra! y eso.
– ¿Practica sexo tántrico?
– No. Espera; eres un pornógrafo de la radiodifusión. El sexo es una forma de canalizar la energía. La energía cósmica que está concentrada en el bajo vientre. Sí, en los genitales. Y la energía sexual es la principal manifestación en nuestro cuerpo de la vida universal.
– ¿Y no importa la posición?
– El sexo es el punto de unión entre la vida del universo y la vida individual. Entre el mundo fenomenológico y el mundo invisible del ku, del vacío.
– Y también sirve para mantener la especie.
– Precisamente, justo desde el momento de la procreación es que se manifiesta la fuerza universal, el ki, en el mundo de los fenómenos. La procreación es eso.
– Recién dijo ku.
– El ku es el vacío, Sócrates; el ki la energía universal.
– Usted aúna el aspecto reproductivo y erótico del sexo, entonces.
– ¡Sócrates, es lo mismo! El goce orgásmico sobreviene al ser el individuo vehículo de la fuerza de la vida universal. Al ser atravesado por ésta.
– ¿Perdón?
– Los Maestros pueden experimentarlo en cualquier momento que entran en comunión con el cosmos. Yo mismo lo experimento cuando compongo. El violín es un instrumento que busca, ¿ves? ¿lo escuchas? Hay que llevarlo bien; nada más. Si lo apuras, lo pasas.
– El sexo es música, entonces.
– Ah, pienso que el universo entero es permeable a la música. Pocas cosas, aparte de algunas sustancias, o de algunas décadas de meditación, pueden abrir las puertas de la integración, como lo hace la música. Y la música hay que sentirla con todo el ser. Hay que bailarla. Al menos cuando la música lo pide. Oponer resistencia a la música, es oponerla al ki. Es un pecado mortal. Y además, es inútil. Es como reprimir la sexualidad. Igual que una represa no puede contener el agua para siempre. Libérese, Sócrates. Deje que le fluya el ki.
– ¿Es usted, gay?
– No. Generalmente, no. ¿Y tú?
– ¿Yo qué?
– ¿Y tú qué opinas sobre el sexo, Sócrates?
– Disculpe; yo soy el conductor.
– El Prado quiere saber, Sócrates. Dialoguemos.
– ... el sexo es la gran pasión del ser humano. Creo que, más que cualquier otra, la pulsión sexual es susceptible se ser utilizada con éxito por otras personas para obtener lo que desea de un ser humano.
– Lógico. Es la puerta al ki más accesible. En el momento del orgasmo… ¿tú tienes sexo Sócrates, verdad? No pongas esa cara, entonces. En el momento del éxtasis, tú eres uno solo. No hay separación entre cuerpo y mente. No hay diferencias entre mente y espíritu. No hay diferencia entre tu ser y tu esencia, diría un músico borracho amigo mío.
– Puede ser. De todas formas, su visión del sexo parece bastante onanista. No hace referencia a su pareja de abrir puertas al kis.
– Al ki, no kiss. ¿Bastante qué, Sócrates?
– Onanista.
– …
– Del padre Onán… la Biblia… es un personaje que…
– Sí, ya sé Sócrates. Le estoy bromeando. ¿Qué quiere preguntar? ¿Usted prefiere que vengan políticos, no?
– Quiero decir que en su exposición del sexo el rol de su partner está minimizado.
– No es así, Sócrates. El morbo, y el amor, no son posibles sin Ella. Y sin eso no hay sexo.
– ¿No hay sexo sin amor?
– No.
– …
– No me mires así. No hay. Confiésate. En algún momento, tú la amas. Sí, es así. No hagas muecas. Sabes que digo la verdad. Y en ese momento, sólo en ese momento es que hay sexo. Sin amor, no hay sexo. Y tampoco sin morbo. Sé sincero, Sócrates en algún momento ambos aparecen.
– En todo momento...
– ¡Qué sensible que eres! Te invitaré un día a que nos acompañes mientras componemos. Va a gustarte.
– ...
Diálogos Livianos en la Barbacue
Palabras extraídas del programa radial Dial-Logos-Up conducido por el periodista Sócrates Muniz , pionero de la radiofonía de El Prado, que hasta hace algún tiempo se podía escuchar en las madrugadas del barrio.
En cierta época, Sócrates intentó dar un giro a la temática de su programa, poco antes de que fuera levantado del aire.
– ¡Ah, el sexo! Qué maravilla, ¿no?
– ¿Se está refiriendo al placer erótico, o al mecanismo de perfección y perpetuación de las especies?
– Al sexo, Sócrates.
– ¿Qué es para usted el sexo?
– Es todo.
– ¿Es adicto?
– Ya no. Sólo bebo.
– Adicto al sexo, me refiero.
– …
– ¿Sabe que hay personas que lo son, supongo?
– No lo sabía, no. Ahora me haces dudar. Creo que no. Bueno, no, espera. Creo que sí. No sé, Sócrates. Siguiente pregunta.
– Ya que estamos en el tema, ¿qué es el sexo para usted?
– ¿No me has preguntado eso ya?
– No.
– El sexo es la inspiración para mi música. Pero, fíjate, no para las letras de las canciones. La guitarra acumula la libido, la contiene. Y la batería la dirige a donde yo quiera, la libera pero sin que se pierda. La redirige; la hace circular. El bajo te hace unas cosquillas por aquí. Así surge la música de Bajo el Asfalto.
– ¿Y las letras?
– La letra es otra cosa. Son sólo esas voces que se susurran. Nada más. Hacemos música, nosotros.
– Cuando componen, tienen sexo, entonces. ¿ Se la pasa bien, siendo músico, eh?
– Qué asqueroso eres, Sócrates. Qué cara de trastornado que pones, viejo. El sexo, el sexo es otra cosa. Te falta orientalidad, mi viejo.
– Nací acá, sin embargo, Zed. En El Prado mismo.
– ¡Orientalidad, Orientalidad! ¡Filosofía oriental; tantra! y eso.
– ¿Practica sexo tántrico?
– No. Espera; eres un pornógrafo de la radiodifusión. El sexo es una forma de canalizar la energía. La energía cósmica que está concentrada en el bajo vientre. Sí, en los genitales. Y la energía sexual es la principal manifestación en nuestro cuerpo de la vida universal.
– ¿Y no importa la posición?
– El sexo es el punto de unión entre la vida del universo y la vida individual. Entre el mundo fenomenológico y el mundo invisible del ku, del vacío.
– Y también sirve para mantener la especie.
– Precisamente, justo desde el momento de la procreación es que se manifiesta la fuerza universal, el ki, en el mundo de los fenómenos. La procreación es eso.
– Recién dijo ku.
– El ku es el vacío, Sócrates; el ki la energía universal.
– Usted aúna el aspecto reproductivo y erótico del sexo, entonces.
– ¡Sócrates, es lo mismo! El goce orgásmico sobreviene al ser el individuo vehículo de la fuerza de la vida universal. Al ser atravesado por ésta.
– ¿Perdón?
– Los Maestros pueden experimentarlo en cualquier momento que entran en comunión con el cosmos. Yo mismo lo experimento cuando compongo. El violín es un instrumento que busca, ¿ves? ¿lo escuchas? Hay que llevarlo bien; nada más. Si lo apuras, lo pasas.
– El sexo es música, entonces.
– Ah, pienso que el universo entero es permeable a la música. Pocas cosas, aparte de algunas sustancias, o de algunas décadas de meditación, pueden abrir las puertas de la integración, como lo hace la música. Y la música hay que sentirla con todo el ser. Hay que bailarla. Al menos cuando la música lo pide. Oponer resistencia a la música, es oponerla al ki. Es un pecado mortal. Y además, es inútil. Es como reprimir la sexualidad. Igual que una represa no puede contener el agua para siempre. Libérese, Sócrates. Deje que le fluya el ki.
– ¿Es usted, gay?
– No. Generalmente, no. ¿Y tú?
– ¿Yo qué?
– ¿Y tú qué opinas sobre el sexo, Sócrates?
– Disculpe; yo soy el conductor.
– El Prado quiere saber, Sócrates. Dialoguemos.
– ... el sexo es la gran pasión del ser humano. Creo que, más que cualquier otra, la pulsión sexual es susceptible se ser utilizada con éxito por otras personas para obtener lo que desea de un ser humano.
– Lógico. Es la puerta al ki más accesible. En el momento del orgasmo… ¿tú tienes sexo Sócrates, verdad? No pongas esa cara, entonces. En el momento del éxtasis, tú eres uno solo. No hay separación entre cuerpo y mente. No hay diferencias entre mente y espíritu. No hay diferencia entre tu ser y tu esencia, diría un músico borracho amigo mío.
– Puede ser. De todas formas, su visión del sexo parece bastante onanista. No hace referencia a su pareja de abrir puertas al kis.
– Al ki, no kiss. ¿Bastante qué, Sócrates?
– Onanista.
– …
– Del padre Onán… la Biblia… es un personaje que…
– Sí, ya sé Sócrates. Le estoy bromeando. ¿Qué quiere preguntar? ¿Usted prefiere que vengan políticos, no?
– Quiero decir que en su exposición del sexo el rol de su partner está minimizado.
– No es así, Sócrates. El morbo, y el amor, no son posibles sin Ella. Y sin eso no hay sexo.
– ¿No hay sexo sin amor?
– No.
– …
– No me mires así. No hay. Confiésate. En algún momento, tú la amas. Sí, es así. No hagas muecas. Sabes que digo la verdad. Y en ese momento, sólo en ese momento es que hay sexo. Sin amor, no hay sexo. Y tampoco sin morbo. Sé sincero, Sócrates en algún momento ambos aparecen.
– En todo momento...
– ¡Qué sensible que eres! Te invitaré un día a que nos acompañes mientras componemos. Va a gustarte.
– ...
queremos saber más de Sócrates Muniz. Una leyenda del prado, ya.
ResponderEliminarEvidentemente existen personas que hacen del sexo una historia y otros que simplemente lo disfrutan.
ResponderEliminarCon amor o sin él, el sexo es sexo.
Comparto con rodia: queremos saber más de Sócrates Muniz.
Besos
Sil
concuerdo con sil, hay sexo con o sin amor. también creo que hay amor sin sexo (manifestamos y sentimos amor de diversas maneras).
ResponderEliminarY según dice el entrevistado, llevando su razonamiento más allá, ¿habría amor con morbo? ¿Es el sexo la unión de ambos?
Kuai Chang Kane se detiene frente a su discípulo en un baldío a las 3 de la madrugada. Ambos están ebrios de sake.
ResponderEliminar'Te voy a mostrar' dice 'un gran libro marcial; se llama Bubishi'.
De su morral hippie, Kane saca un libro que contiene recetas de hierbas y listas de puntos vitales, así como fotos de chinos pegándose salado.
El alumno exclama 'oh!'.
'Ahora te voy a mostrar otro gran libro, el Tekojo'
De su morral hippie, Kane saca otro libro que contiene listas de hierbas afrodisíacas y chinos en posisiciones entreveradas que parecen llaves de jiu jitsu brasileño.
Recorriendo las páginas las manos de ambos, maestro y discípulo, tiemblan.
Antes de poner manos a la obra, Kane musita:
'Como dice Takeshi Kitano, un samurai no le tiene miedo a la homosexualidad'.
Después agrega 'Muy griego esto, no?'
Yo concuerdo cien por ciento con Astllr y Sil.
ResponderEliminarEn realidad si esto lo hubiera dicho unos días atrás, sería más sincero. Luego de escuchar, y de transcribir este fragmento de la entrevista, debo confesar que el invitado de Sócrates me ha hecho, al menos, dudar.
No sé si no tiene razón al afirmar que aunque no haya amor ni antes, ni después, ni durante la mayor parte del encuentro, hay un momento, hay una caricia, aunque sea sólo una, que es amorosa; hay un gesto que es de enamorado.
Con respecto al sexo como la unión de morbo y amor, no lo había pensado, Astllr, pero ¡caramba! qué buena aproximación (casi una definición, le juro).
A mí también, Rodia, me gustaría conocer algo más de Sócrates Muniz. Cada vez que voy por la casona vieja me paso un rato en el cuarto del fondo, revolviendo cajas y montones de recortes, y porquerías (ojo, para mí son tesoros).
Y Sil, querida, no puedo sino coincidir con usted: el sexo es sexo. (y shhh…, venga, acérquese, escuche: tenga cuidado cuando coincide con Rodia; yo, al menos, cuando me pasa, me preocupo.) (Aunque tengo que admitir que más de una vez -muchas -tiene razón.)
Estimado Zeta, compruebo una vez más que lo suyo es el "USTED", por lo tanto, si la montaña no va a Mahoma...
ResponderEliminarTendré mucho cuidado al coincidir con Rodia, porque he observado que Ud. posee conocimientos que aún no tengo.
Me alegra que coincida conmigo!!
Besos!!
Sil
Le queda mucho mejor el tuteo, Sil. Mucho.
ResponderEliminarNo le sigo bien la historia esa, Sokon. Pero, bueno, no todo se comprende en este mundo, y en cualquier caso ¿no contiene el Bubishi ningún precepto sexual, para coleto del samurai?
zeta, lo de sokon parece apócrifo.
ResponderEliminarno se entiende del todo porque la cita de kitano está plagiada de yukio mishima y se pierde el contexto.
me pregunto por qué la necesidad de agredirme así, a la pasada, y con sutileza. Dónde fue la agresión directa, la trompada a la nariz, por qué no la patada artera?
ResponderEliminaryukio mishima es medio asquerosón.
al margen, buena música suena, sí.
La cita de Kitano es del film Furyo, aka Feliz navidad señor Lawrence, donde también trabaja David Bowie.
ResponderEliminarYukio Mishima entrenó karate con Masatoshi Nakayama, quien a su vez se lo encomendó al profesor Kanazawa. Pero todo el incidente que terminó en el suicidio del Mishima ocurrió al poco tiempo así que Kanazawa no pudo enseñarle mucho.
Una tragedia lo de Yukio. Un cuento notable 'La perla'.
Zeta...a veces, intelectualizar algunos temas resta algo de su maravillosa e intrincada composición.
ResponderEliminarLo saludo.
¿Se refiere a Mi maravillosa e intrincada composición, Susana?
ResponderEliminarSokon, ¿Furyo quiere decir Feliz navidad señor Lawrence? Debe ser un lindo trabajo ser traductor de títulos de películas. Por un tiempo al menos, ¿no? No estoy seguro de si para poder poner alegremente títulos como Un papá para todos o Una familia loca loca loca, o para desterrarlos (lo peor no es que estos dos títulos inventados al pasar podrían aplicarse a decenas de películas; lo peor es que quizás ya lo estén haciendo).
Psst... Rodia... ahora que estamos solos, podría decirte que sólo te aludí para instaurar un clima de confidencialidad con Sil. No le gusta mucho que le diga Usted. Pero voy a serte franco, en realidad no me he olvidado de tus palabras respecto a mi último sueño.
ResponderEliminarFuryo no quiere decir Feliz navidad señor Lawrence. Para nada. De deberes, preguntale a algún amigo karateka que quiere decir Furyo. ;-)
ResponderEliminarDe veras no viste ni conocés la película en cuestión? Es algo así como El puente sobre el río Kwai en versión gay.
Era un coproducción internacional y cada país decidió liberarla con un título diferente. Quizá Feliz navidad señor Lawrence se muchísimo más adecuado que Furyo.
Ese dudoso posesivo ha dejado "fluir" su vanidad Zeta...sorprendente.
ResponderEliminar¡Fuiuuuuu...! Me tranquiliza, Su.
ResponderEliminarNo vi la película de marras, Sokon. Hay muchas películas que no he visto.
ResponderEliminarHay algunas que sí.
Hace días vi una que se llamaba A Bronx tale ("Una luz en el infierno", lo que llamó mi atención, porque nunca había escuchado que en el infierno no había luces; y si las hubiera, yo desconfiaría de ellas, pero...)
Linda.
Robert de Niro maneja un ónmibus.
Tengo un candidato para preguntar acerca de Furyo
La guitarra acumuda la libido
ResponderEliminarCuando Freud escribía El yo y el ello no sabía en qué se estaba metiendo.
El entrevistado intuitivamente adhiere a una corriente radical de Jung, o sencillamente no tiene idea de qué está hablando
Desconozco, Agustin Acevedo Kanopa, si el entrevistado sabe, o no, de qué habla.
ResponderEliminarSócrates Muniz tenía, eso sí, una intuición especial para elegir a los invitados. Intuición que lo trascendía por completo.
Y agrego, a la pasada, que hoy en día esa corriente no resulta tan radical, creo. Sospecho (y esto es una opinión personal sin fundamento) que el entrevistado no acaba de decidirse entre Freud y Jung.
creo que Freud llega al mito y Jung parte del mito. Creo que Jung la pasaba peor.
ResponderEliminarSi lo ve a Socrates preguntele si Zed dijo algo sobre tener sexo con musica y en ese caso que musica recomienda.
Conociendo por estos lares
ResponderEliminarSchatzy, vení a libeliar cuando quieras.
ResponderEliminarNo sé si hay una música preferencial para el concupiscio. Se me ocurren algunas decididamente desaconsejables.
Bueno, vaya a saber, astllr. Quizás para cada música haya una compañera y un lugar propicios.
Ve, usted comparte con Sócrates alguna cualidad del espíritu que es propia de los periodistas, y que a mí se me escapa. Estése atento.
Al cabo de este intercambio (y de la entrevista, clarostá) he llegado a ciertas intuiciones que creo que no tenía antes.
ResponderEliminarHay una verdad bastante poderosa escondida en las palabras de Zed, cuando dice que en el momento del éxtasis somos uno (lo cual lleva implícito que en el resto de nuestras horas estamos divididos). Algunos experimentos fueron llevados a cabo, y sí, parecería que puede ser así como él dice.
Si el sexo es la unión, como también se ha dicho, del amor y del morbo, puedo pensar que es en eso en lo que estamos divididos fuera del sexo: el amor por un lado; el morbo por el otro (¡hala! ¡iros! no hay no hay polisemia alguna aquí). El bien, y el mal.
Somos uno y somos uno con el universo, según Zed. Curioso. El sexo nos une con Todo.
Igual hay que dudar: es notorio que los ascetas no suelen pensar como Zed.
jajaja que chingón, los diálogoso socráticos son cabrones, buen blog
ResponderEliminarJajaja, pensé que no volverías jaja. Bueno, te explico un poco la situación... yo la verdad soy una palomita bastante alegre y siempre llena de buenas vibras, pero pasa que tengo un rollo interno como te habrás percatado, cosas que no comparto con nadie y por eso es el blog, es solo un basurero de mi mierda mental para dejarlo flotando en la red y que lo lea solo quien tiene ganas, de hecho ninguno de mis amigos sabe de su existencia. Pero eso no quita que también ahí plasme los momentos buenos y la beuna energía. Es más por etapas también, ahora que tengo que efectuar otro traslado estoy con toda la ansiedad, siempre me pasa. Hace muchos años que no estoy en un mismo lugar por más de dos años, y eso para una persona tan dinamita como yo, es complicado ajajaja
ResponderEliminarBueno, gracias de nuevo por los comentarios, sea usted siempre bienvenido.
Paz!!
A ver, me costo un poco de trabajo concentrarme en el post,
ResponderEliminarLa musica de fondo de su blog es muy buena…tarala,la,la…ok.
Pues como dice Woody Allen “El amor es la respuesta,
Pero mientras usted la espera,
El sexo le plantea unas cuantas preguntas interesantes”
Saludos
Volví para decirte que me alegra muchísimo que no te guste como me queda el "Usted". Dejaré a Mahoma en su lugar y también a la montaña. Te parece? Siempre y cuando, Rodia no se entere.
ResponderEliminarBesos
Sil
Salud, Reggis (qué nombre chingón -bueno, recién he aprendido esta expresión, así que sabrás disculpar si no se usa así; estoy practicando).
ResponderEliminar¿Volvió a decir que había vuelto, Sil?
28 comentarios?
ResponderEliminarsin dudas, el sexo es un tema sumamente atractivo...
y lo plantea cuando me voy de licencia.
En fin...
¡Ah, Circe! ¡Licencia y sexo! y una cervecita...
ResponderEliminaryo? tamen cauta, zeta, tamen cauta!!!
ResponderEliminarDéjese que le fluya el ki, Circe. Es lo mejor.
ResponderEliminaresto es todo muy promiscuo.
ResponderEliminarjaja, chingón.
rodia, la próxima golpee antes de comentar...!!
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