viernes, 26 de noviembre de 2010

Elogio de una extraña criatura

Cuentos de Tripas Corazón
Leandro Delgado



En algunas bibliotecas viejas que han estado en la casa desde antes que uno, o en cajones de muebles que han ido arrinconándose y mudando su función al compás de impulsos decorativos, se encuentran a veces libros viejos, de desconocida ascendencia, expósitos casi, que acrecientan el placer de su lectura con el sentimiento de hallazgo de un pequeño tesoro.

Cuentos de tripas corazón es un libro que me hubiera gustado heredar de esa forma. Delgado escribe muy bien. Tiene el control total de cada palabra de este libro. Es lo primero que el lector nota. ¿Es suficiente, eso? Más: ¿es deseable que sea así, o no?

Creo que en este caso, es necesario que sea así. La naturaleza inquietante de los cuentos lo exige, pues la inquietud proviene, en gran medida, de la forma. Así las cosas, uno necesita la confianza para entregar el alma al autor y dejarse llevar.

Son cuentos extraños. Con una manifiesta intención poética que trasciende la concertación de metáforas y descripciones sensuales. La intención poética se opone, en cierto sentido, a la intención narrativa.

Cuentos de tripas corazón intenta transgredir al lenguaje mismo; a lo verbal. Golpea los límites del universo verbal y provoca algunas pequeñas abolladuras en esa pared metálica que separa lo que puede decirse, de lo que no. Y cada una de esas abolladuras se vuelve territorio conquistado por el lenguaje. Eso busca la poesía, y eso buscan también los cuentos de tripas corazón.

Ahí está el corazón. La eficacia de los cuentos viene de las tripas. El soporte del texto no es conceptual. Y esto es de gran importancia porque lo fantástico, aquí se entremezcla con las estructuras narrativas.

El nivel de los cuentos no es parejo. Algunos destacan sobre otros. Eso viene a contribuir, extrañamente, a la unidad del volumen. Quiero mencionar algunos. Dos, que no acabaron de convencerme: 09002776 y Veinte minutos de terapia.

Sin embargo, me conmovieron profundamente los relatos: Los pingüinos, que me hizo acordar a la escritura de Carver por la tensión insoportable que uno no sabe bien de donde proviene (de algún tipo de inminencia, supongo) pero que lo mantiene sentado en el borde de la silla durante todo el relato.

Y El Asado, donde, si bien a priori produce cierto desconcierto la incongruencia entre la sofisticación del discurso del narrador y la entrega corporal a una bacanal cárnica, acaba resultando tremendamente eficaz. Y en esa eficacia la contradicción desaparece, se vuelve luminosa fundiéndose en una criatura contradictoria como lo es, sin dudas, el humano. Más aún cuando esa contradicción aparente se materializa en el relato con la aparición de un extraño ser sospechosamente parecido al pombero, y a la imagen que el lector se va formando del narrador. Al final, es un cuento de una multidimensionalidad asombrosa, que funciona en muchos niveles.

En la vida hay amores que nunca, es uno de los relatos más divertidos que recuerdo haber leído, y propone también una mirada muy provocadora, muy germinal, sobre otras realidades con las cuales convivimos y de las que a veces no somos tan conscientes.

El volumen finaliza con un relato que perfila, a mi juicio, a Delgado como el poeta que Montevideo se merece, y que aún no ha sabido cómo engendrar.

Por otro lado, no convence la presentación del libro. La estética exterior parece supeditada a las características de los cuentos. Eso no está bien. El envoltorio de la obra: carátula, textos de solapas y contratapa, y demás elementos, son herramientas de marketing antes que artísticas. Marketing en un sentido puro, pues actúan en los lectores potenciales antes de que estos se hayan introducido en el universo propuesto por los textos. Más aún: antes de que esté dispuesto a hacerlo. Y debe tentarlo teniendo en cuenta el lugar en que se encuentra en ese momento. Esos metatextos forman parte del universo cotidiano, y no del literario. En este caso, esta parafernalia no invita a la lectura. Está, a mi juicio, en una clave inadecuada para el momento en que el lector (que aún no lo es) la recibe.

Sospecho que Cuentos de tripas corazón es un libro importante. Una evolución de algo, en un estado ya de madurez. Es una obra de una seriedad casi rabiosa, presentada con un ropaje magistralmente desenfadado. Me alegra mucho que se publiquen libros como este en Uruguay. 


13 comentarios:

  1. Es curioso, z, porque leyéndolo y viendo mi escritura, o a mí mismo, a través de lo que Ud. ha dicho, me doy cuenta de que, al final, uno no tiene idea de lo que escribe. Entonces, ¿sobre qué escribe uno?

    Dice Ud. muy buenas cosas como para poder creerle, pero le creo, porque sé que el problema es mío. Nada más placentero que leer un elogio, sobre todo el que me revela aquello en lo que, sin haberlo pensado nunca, concuerdo.

    Si me permite voy a extenderme, hay oportunidades que no se repiten.

    Sus favoritos son los más tardíos y los que no le convencieron los tempranos, póngale diez años. Pero todos soy yo y no renegaría de ellos. Quizás la incongruencia que todos observan, que yo cultivo (ver el tercero astllr manifesto) y que hoy se celebra responde a que fueron años donde pasaron muchas cosas (cuándo no) sumado al hecho de que, en estos tiempos, via internet, nos pasan muchas cosas al mismo tiempo. No es que parezca que pasen: pasan. La incongruencia es más que un gesto, más que una declaración, es una forma de la honestidad.

    Cuando me refiero a internet me refiero a los blogs, esa escuela autodidacta poderosísima y denostadísima de la escritura.

    Sobre las abolladuras del lenguaje que señala, es raro, porque eso, de manera principal, yo lo veo en el 0900, una deformación en la forma del discurso narrativo, ese corsé del lenguaje. Y no extrañamente, ese cuento me permitió darle forma a En la vida…, mi favorito al momento, entonces no podía no estar.

    Sobre el control sobre la escritura que menciona, es muy posible lo que dice, aunque pensaba que estos cuentos eran más “sueltos” que la novela. En todos los casos, el arranque es la escritura a mano, una arma poderosa caída en desuso, poderosa porque conecta sin intermediarios con las tripas y el corazón. Luego viene la edición, y sí, allí soy duro conmigo, porque me encanta. La edición es otra arma poderosa caída en desuso, se la ha relegado a la elusiva figura del “editor” o, en el mejor de los casos, a un corrector. Una lástima que los escritores no vean a la escritura como una arcilla musical, como un largo proceso que empieza en la cabeza del uno y termina en la cabeza del otro. Antes pensaba que la escritura estaba más cerca del uno que del otro, ahora no sé.

    Sobre su critica al ojeBTo libro, considérelo otra faceta de la incongruencia. Por otra parte, ya no distingo la diferencia entre lo literario y lo extra. Igual creo que Bo viene a cuento y también la inversión a 90 grados. Conseguí la foto (un viejo clisé de plástico) y le pedí al diseñador que la pusiera acostada imitando una tapa de un libro de Iris Murdoch que siempre me impresionó (la tapa, el libro no lo leí). Luego el diseñador le agregó turquesa y fucsia, muy ochentas, y eso me pareció bien. Lo del marketing, no sé, que él me siga como pueda, no me hago cargo.

    Su antepenúltimo párrafo no me plantea dudas, mvd se merece un poeta, pero no seré yo.

    Su último párrafo me conmovió.

    Gracias.

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  2. Nada ilumina como la palabra del creador. El agradecido soy yo, astllr. ¿Qué más puede pedir un lector que contar lo que siente con un libro y que venga el propio autor a compartir sus comentarios?

    Y ante la palabra del hacedor, no hay más para agregar.

    Aclaración: me gustó la tapa del libro y el diseño. (El título, que también me gustó, sí lo considero parte de la obra, y la va a acompañar en todas las futuras ediciones.) Lo que no me convenció fue la solapa, y la contratapa.

    Pienso en consonancia con lo que expresa usted que uno no sabe lo que escribe, en el sentido de que la obra no está completa hasta que es leída. Es como si usted escribiera la partitura, pero la resonancia del lugar donde se ejecute la música, la artesanía del ejecutante, hasta la estructura del oído interno del público, van a completarla. Van a darle un sabor diferente.

    La obra va a resonar de formas distintas. Escribo acá lo que resuena en mí. Mi crítica no aspira a más (lo cual, desde mi perspectiva, es muy importante, claro).

    Y en este sentido, es fundamental para mí que la obra llegue a un libro llegue a la mayor cantidad de lectores, para que se desarrolle. La endogamia cretiniza. El drama de la realeza. Cada tanto hay que cambiar de dinastía. Pero me fui un poco; iba a que considero que el escritor -o alguien- tiene la responsabilidad de preparar la obra para que pueda llegar al público. En ese sentido le otorgo importancia a la parafernalia marketinera. Aunque admito que no la supe valorar cuando tuve la oportunidad de publicar. Es una convicción tardía. Y tenue.

    Sobre el 0900, qué puedo decirle... me doy cuenta de lo que argumenta. Pero bueno, qué sé yo, capaz no todo martillazo abolla (lo digo con respeto y afecto). O capaz, y es lo más probable, no soy un fundamentalista.

    En algo sí voy a disentir: dice que estos cuento son usted. Ahora son un poco yo. Son un poco cada lector.

    Sokón me había avisado, hace tiempo, que astllr era el uno. Es una pena que renuncie a ser el Poeta. Usted ve cosas. Cosas de Montevideo. Pero bueno...

    Su penúltimo párrafo me conmueve. Después de todo, en el fondo uno siempre escribe para conmover. Y he notado que por alguna causa, sólo es posible conmover desde la sinceridad. En sus distintas lenguas.

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  3. la endogamia cretiniza, lo estoy anotando.

    sobre la renuncia a ser poeta, no lo tome al pie de la letra, digo, al pie de la palabra "poesía". Aspiro a que mis crónicas urbanas salden alguna deuda con la ciudad y su poesía, aunque la ciudad sea bastante mezquina y aunque esa mezquindad sea parte de su encanto, como una novia díscola.

    Por otro lado, la ciudad tiene buenos poetas, y así al vuelo destaco a jorge alfonso (Cacareos poéticos y poemas de amor misógino) y a Irina, que nos acompañó en la presentación y cuya última etapa (suspendida en abril) es rabiosamente montevideana (apretada.blogspot.com)

    sobre la sinceridad, me pregunto cómo hace para manifestarse a través de la mentira de la ficción (capaz que la ficción no es mentira). Calculo que esa revelación intermitente es, dadas las circunstancias, algo de importancia central en cualquier literatura valiosa.

    A mí la contratapa me gusta, la relación del volumen me parece correcta y las opiniones calificadísimas.

    La solapa sí, es extremadamente parca, pero el retrato tiene su gracia.

    Sobre 0900 entiendo lo que no le convence, pero sobre 20'? Muy parecido a un gag?

    su observacion sobre la poesía y mvd me hiceron volver sobre la diosa blanca de graves, él lo dice mejor de lo que yo podria.

    "¿Desde que tenía 15 años la poesía ha sido mi pasión dominante y nunca he emprendido intencionalmente tarea alguna ni establecido ninguna relación que pareciera incompatible con los principios poéticos, lo que me ha valido a veces la reputación de excéntrico. La prosa ha sido para mí la forma de ganarme la vida, pero la he utilizado como un medio para aguzar mi apreciación de que la poesía es algo completamente diferente, y los temas que elijo están siempre vinculados en mi mente con importantes problemas poéticos."

    En mi caso, sustituya "15" por "25" y "prosa" por "narrativa".

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  4. Espere, espere, no meta lío; yo no dije, ni lo creo, que las opiniones de sokón y untermesh no sean calificadas. En el caso de sokón, la considero muy calificada. El el otro caso, nada me hace suponer que no lo sea.

    Con relación a la ficción, seguramente conoce una recopilación de artículos -o prólogos- de nuestro flamante Nobel, Mario, llamado "La verdad de las mentiras". Los artículos no aportan mucho, pero la introducción, a cargo del mismo autor, es muy interesante en este sentido.

    Con Veinte minutos... creo que lo que me pasa es que es sólo un cuento correcto. Es entretenido y todo eso, pero me pareció un poco estereotípico. Porque algo que no comenté, es que otro gran mérito del libro es la encarnadura de los personajes. Están muy bien construidos todos ellos. Lo cual no es común, me parece, en relatos en primera persona (porque claro, uno no se tiene como objeto de observación). En este caso los personajes parecen más caracteres.
    Pero no me tome muy en serio. Usted es el literato, acá.

    Por qué empieza su cita con "?" No dude.

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  5. Sí, concuerdo con zeta en que Delgado escribe bien, tomando bien en el sentido de que sabe vérselas con un texto aquí y ahora, bien.

    Pero quiero agregar.

    Desde que conozco su escritura aprecié su medida parquedad (cf. astllr)-en épocas de consumismo hay que medir hasta lo poco.

    En la presentación de su libro, que interrumpí, se me presentó Irina para darme apoyo. La literatura de Irina y la de Delgado comparten algo o mucho, tal vez sea la sinceridad de la que habla zeta.

    Leí el libro y enseguida se lo pasé a una de mis hermanas, que sabía lo apreciaría. Lo reclamé el día de la presentación para que lo firmara el autor y se lo dí a mi otra hermana. Lo de los hermanos no es marginal, porque hay algo de enorme familiaridad, de esa de hermanos que convivieron la infancia y los cuentos como parte fundamental de la infancia en los cuentos de delgado.

    De una infancia letrada capaz de apropiarse de los libros que se heredan, como quiere zeta, y de los que están ahí pero están prohibidos para los niños.

    Para mí "El asado" tiene virtudes extraordinarias que trascienden la anécdota. Me recuerda a una película, creo que se llamaba "Largo fin de semana", la primera película de terror que ví que era verdaderamente aterrorizante aunque su historia se desarrollaba a plena luz del día.

    "El asado" da ciencia ficción y fantasía en un ambiente tan inverosímil, tan aparentemente negado a lo fantástico como el final de una comida de verano en Nuevo Jaureguiberry, o algo así. Eso, para mí, es cercano a lo perfecto.

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  6. curioso lapsus, z, pero hace tiempo que no dudo, a veces me equivoco.

    en épocas de consumismo hay que medir hasta lo poco, sigo anotando.

    irina metiendo baza!!! jajajaja, ahora entiendo, yo veia que alguien andaba por ahi...

    mucho en común con irina, sangre incluida. Me alegra que la sinceridad esté en la estirpe.

    está bien lo que dice fer de la infancia y las lecturas y el sol y las siestas (obligadas) y los hermanos y los primos, es efectivamente lo que pensé en el arranque de z. estaba pensando qué libros encontré de esa forma.

    revistas de canje miles...

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  7. Fer! Eso es lo que yo quería decir de la infancia y los libros. Eso que usted dijo.

    Es verdad eso que dice del asado. Porque hay, sí, una atmósfera de horror en el relato. Y no es nada fácil hacer eso al mediodía después de un asado de verano.

    Creo que recuerdo algunos de esos libros, astllr. Pero no puedo nombrarlos en público. Me sentiría como en calzoncillos.

    Debería dudar un poco de tantas certezas, astllr.

    ¿Averiguó al final si la librería se llama así por Diomedes?

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  8. a veces dudo después de tantas cervezas.

    sí, efectivamente un día me llamó el dueño por teléfono y me dijo que era un gran admirador de la novela y si podía ponerle así y le dije que no había problema si me daba un vale por 1500 libros gratis. Quedamos en que me daba 1000 si en lugar de Diomedes le decía Diómedes con acento en la O, por eso cuando atiende el teléfono dice Diómedes.

    lo de los libros prohibidos de que habla fer es muy interesante, barrett tiene un artículo sobre eso que voy a buscar.

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  9. zeta; después de leer este diálogo increíble (en calidad) me voy a buscar el libro, obvio. detesto leer las reseñas antes de consumir la obra, pero en este caso se trata de un pequeño privilegio,
    después les cuento.

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  10. Vaya tranquila basilia. Le va a gustar.

    A mí no me gusta leer las contratapas antes. Generalmente las leo cuando ya estoy avanzado en el libro. Las reseñas, si están bien escritas (me refiero a que estén escritas para enriquecer la lectura de la obra, y no para describirla o comentarla o por una formalidad laboral), si están bien escritas, decía, me gusta leerlas antes. Después no tiene mucha gracia, ¿no? El libro ya está dentro de uno.

    Pero vaya tranquila a comprar el libro del verano, como ha dicho alguien entusiasta.

    (He estado viendo sus últimas fotos. La felicito. Lo que le está pasando a ud. es, sin duda alguna, lo más importante en la vida. Cosas que la transforman totalmente. Con el tiempo uno lo descubre. Felices Fiestas)

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  11. no encontré lo de barret, z, buscar algo en barret es como buscar una aguja en un pajar. Si alguna vez lo encuentro, le aviso.

    No creo que las solapas sean importantes. Son un poco importantes, sí, pero me parece que el camino hacia el centro de la obra debe ser lo más transparente posible, o por lo menos inadvertido.

    Ud. puede decir, bueno, son avisos en el camino hacia el centro. Pero hay algo en el camino que se pierde, es decir, un salto al vacío o ese acto de fe cuando nos encontramos con un libro enigmático, sin señales claras o ninguna que nos pueda decir nada. Esos siempre serán favoritos. Quizás como los libros que encontramos en la casa de la playa, creo que se refiere a eso.

    En mi casa de afuera mucho agatha christie de mi tia, que luego pasó a corin tellado y después a la tele. En esa línea pulp de corín tellado habia otras de cowboys que sólo consistian en diálogos un guion abajo del otro.

    Luego alguna tia moderna trajo alguna de esas novelas hot de los setentas norteamericanos, es decir, toda la pasteurización playbólica de la liberación de los sesentas. De todas maneras muy buenas para mi formación, dado que la educacion sexual en la escuela era anatema.

    Lo mejor me pasó hace 20 años en una casa de aguas dulces, unas vacaciones en marzo, un balneario veraniego y desierto y una cabaña llena de julio verne y revistas "semanario de lo insólito", un semanario mexicano muy bizarro y muy popular en los noventa.

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  12. (gracias zeta; fsfs para usted también, que brinde mucho, yo no puedo hacerlo ya que estoy en plena transformación como bien lo dijo). grandes saludos

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  13. Hey, I am checking this blog using the phone and this appears to be kind of odd. Thought you'd wish to know. This is a great write-up nevertheless, did not mess that up.

    - David

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Si la curiosité t'amene ici, va-t-en! Il en est temps encore.