sábado, 2 de julio de 2011

Lo que viene del cielo

Diálogos livianos en la barbacue VI
Palabras extraídas del programa DiaLogos, conducido por el periodista Sócrates Muniz, pionero de la radiofonía de El Prado, que hasta hace algún tiempo se podía escuchar en las madrugadas del barrio.
De su temática variopinta haya quizás que destacar como más importante la serie de programas en los que el periodista se dedicó a desentrañar temas de orden metafísico. Aunque, también es cierto, no todos los destinos le fueron favorables, y quizás consecuencia de una dedicación excesiva, el programa debió suspenderse durante diversos períodos de duración aleatoria.



–«Descanse, acuéstese temprano, no trabaje más de la cuenta. Mida su ánimo, sobre todo en disputas que, seguramente, va a perder. Mala suerte con las mujeres. No sea tan ceremonioso.»

–Sabias palabras, esas...

–Es mi horóscopo para hoy. ¿Asumo que usted cree en los astros?

–Positivamente, mi querido Sócrates. Le diré más: soy astrólogo; pensé que por eso me había invitado.

–Y... no quiero pecar de impertinente... pero, ¿en qué basa esa superstición? O suposición, quizá sea mas adecuado decir.

–Bueno... me basta con alzar la vista. Aunque te parezca mentira, basta ese mínimo gesto y allí aparecen los astros. Principalmente por la noche.

–Entiendo que se hace el gracioso para eludir la respuesta. Si quiere hablamos de otro tema...

–No eludo. Voy a contestar cada pregunta que me hagas esta noche, Sócrates. Hablo muy seriamente. ¿Acaso tú piensas eludir alguna pregunta?

–Usted vino a responder. Yo vine a preguntar.

–Ja, ja... está bien. Entonces insisto en mi respuesta: allí, a nuestro alrededor, están los astros. Si el estudio tuviera ventanas hasta podría usted ver algunos. ¿Cómo podría yo dudar de los astros?

–Si el estudio tuviera ventanas, no sería un estudio, sino una coladera de ruidos trasnochados que perturbarían seriamente nuestra audición.

–Y usted ¿cree en los ruidos trasnochados, Sócrates?

...

–¿cree en los ruidos? ¿y no en los astros? ¡Vaya!

Entiendo que juega a que le formule las preguntas con precisión exacerbante. Acepto esas reglas, profesor. He encontrado personajes esquivos en mi intensa trayectoria; más que usted, incluso.

–No, yo no he encontrado ninguno... No se enoje, Sócratitos. Yo le contesté sinceramente. Los astros están ahí. Quizás llega usted a esta entrevista con sus bolsillos llenos de preconceptos respecto a mí; de juicios ya preelaborados...

–Mire, le voy a pedir que no me diga Socratito. Eso primero.

–No se enoje. No sea tan ceremonioso.

–Deje; no me toque. Segundo: ¿cree usted, Profesor, que los astros influyen en los seres humanos?

– Desde el momento, Señor Sócrates, Socratón, es un chiste, perdón, desde el momento que creo que están allí, no tengo ningún indicio razonable para suponer que no influyen en los seres humanos, así como en los seres no humanos e incluso en aquellas cosas que usted no consentiría en llamar seres. Mire: si los ruidos de la calle pueden influir en su programa, por qué piensa que no puede hacerlo un planeta o un cuerpo celeste. Millones de veces más voluminoso y más masivo que un ruido. Si lo piensa un poco, Sócrates, admitirá que los planetas, sobre todo los siete planetas clásicos, es lo que hay. Es lo más grande y casi lo único que hay en millones de kilómetros alrededor suyo.

–Hay, entonces, siete planetas ¿cómo dijo? ¿clásicos? ¿y el resto que son? Modernos, quizás...

–Bueno, sí; está bien eso. ¡Bien Sócrates!

–Ironizo.

–Pero está muy bien lo que dice. Se ve que es su mejor aptitud. Los siete planetas clásicos son cuerpos celestes visibles a simple vista que tienen un desplazamiento individual sobre el fondo de las estrellas fijas. Fue esemovimiento lo que determinó el carácter de sus personificaciones.

–Y son...

–El Sol, la Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus y Saturno.

–El sol no es un planeta. Y tampoco la luna.

–Sí para la astrología, Sócrates. Además, de todos los casos, esos dos son de los que más fácilmente admitirá que tienen influencia en la Tierra. Visible incluso a sus ojos.

–Supongo que la Tierra no es un planeta.

–No era un cuerpo celeste. No. Era el punto de referencia. ¿De verdad piensas, Sócrates...

–¡Tráteme con respeto, señor astrólogo!

–No... escuche; ¿de verdad piensa que Venus, por ejemplo, podría prescindirse, paff, chau, notá, sin que haya ningún efecto en la vida terrestre?

–Le propongo algo, profesor: vamos a suponer que, tal como usted pregona, y hace incluso industria de ello, los planetas sí influyen en la vida terrestre.

–Hace bien en pensar así, Sócrates. Sobre todo considerando que lo más seguro es que no haya ningún alboroto noctámbulo ahí afuera. Tan solo una luna gigante y solitaria orbitando en silencio las calles del barrio.

–Pienso que una tal influencia, pongamos por caso, lunar, dista mucho de la que usted pregona en sus horóscopos. Y antes que me lo pregunte, porque veo que, más allá de la astrología, su real vocación es el periodismo, le diré por qué: porque no ha sido posible en miles de años, establecer una relación científica, objetiva y verificable entre Sus planetas y Sus predicciones.

–Bueno, es lo natural, dado que se trata de influencias que operan sobre la subjetividad.

–Estas influencias subjetivas, como las llama, no pueden entrar jamás en el ámbito de la ciencia.

–¡Eureka! ¡Coincidimos socratitos!

–¡Salga de acá, hombre! Siéntese, por favor...

–Es tal cual como dices.

–Acordamos en relegar la astrología a un orden subsidiario, entonces.

–¡No! ¡Epa! No. La ciencia. La ciencia objetiva, si acaba existiendo tal cosa, es incapaz de describir la astrología. Pero esa es una limitación científica, nunca astrológica. Deberíamos, y concuerdo con usted, relegar la ciencia a un orden menor... instrumental propongo que le llamemos.

–Es el colmo. Discúlpeme, pero...

–Pero no me haga caras, Sócrates. La ciencia es incapaz de circunscribir a la astrología. Eso no la invalida en absoluto; ni a las influencias astrales que la animan. Ellas existen y vienen siendo estudiadas desde hace milenios. Le diría que es el conocimiento humano que poseemos desde hace más tiempo.

–Estéril por incontrastable.

–No; venga hombre.

–¡SALI DE ACA!

–...

–¿Y de qué forma esos... protoalgos deducieron las reglas que rigen a cada signo? Fíjese que los chinos llegaron a otras conclusiones.

–Desarrollaron otro vehículo, más bien. Y no sé de qué forma nuestros antiguos ancestros acuñaron este saber, con su rudimentario razonamiento. Quizás por eso, por irracionales, eran más sensibles. Un niño aprende a hablar sin conocer la gramática. Y aprende, que es lo primordial aquí, a es-cuchar, Sócrates. No necesita la gramática para entender lo que alguien intenta decirle. ¡Ahí tiene su respuesta!... ¿Podemos hacer que llame la audiencia y le decimos el horóscopo de mañana?

15 comentarios:

  1. sokon llama desde la audiencia a preguntar: puso 'deducieron' a propósito?

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  2. Es una transcripción, sok. Supongo que el pobre Sócrates estaría caliente. Por lo general es muy ceremonioso y cuidado.

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  3. La astrología es LA ciencia subjetiva.

    La influencia de Venus es innegable desde que podemos verlo/a también de día. Con eso alcanza, cuánto se ha escrito sobre el lucero. Por otra parte, rota en sentido inverso a todos los demás planetas.

    Creo que escuché este programa hace una semana más o menos, seguramente lo repitieron en la radio comunitaria de acá de barrio sur.

    Los planetas hacen ruido: música de las esferas, creo que de esto habla atanasio kircher, un investigador infinito que, en relación con el post anterior, dijo algo sobre las formas de la atracción, a saber la gravedad y el amor.

    Interesante en el diálogo la tensión entre las ganas de seguir hablando y la incomodidad. Tampoco sé si llamarlo incomodidad.

    Creo que Chomsky dice exactamente lo contrario, que los niños nacen con una “gramática universal”, por lo cual, antes de los dos años, pueden comprender perfectamente cualquier idioma, pues cualquier lengua coincide con las reglas básicas de esta gramática biológica.

    Los planetas modernos, por invisibles a simple vista, yo los vinculo, en la subjetividad, con el inconsciente. Neptuno, Urano y Plutón nos hablan desde lo profundo por lo cual su influencia es más duradera y su interpretación más elusiva. Por suerte inventaron el telescopio, si no las terapias serían más largas todavía.

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  4. Yo pensaba que las nubes en la atmósfera de venus que vi desde mi telescopio, cuando no estaba espiando vecinas, eran nubes de lluvia y si hay lluvia debía haber vida que, como todos sabemos, proviene del agua. eventualemente leí los trabajos de carl sagan y abandoné mi sueño de ver dionsaurios vivos retozando en la superficie de semejante planeta nublado

    El verdaderno nombre de Pluton es Yuggoth, famoso por sus champiñones

    Chomsky ya se equivocó antes, por ejemplo cuando dijo que la pornografía era mala y sexista. ¿Y qué quiere decir con eso de gramática universal? Es una meta gramática? Una gramática para generar gramáticas? La complejidad no debería explicarse por lo más simple y no a partir de cosas más complejas? Si no, nos pasa como en cosmología que tenemos un universo de 26 dimensiones con colisiones cíclicas entre branas, en lugar del viejo universo conocido de 4 dimensiones y un big bang con una etapa inflacionaria (aunque mejor no hablemos de inflación)

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  5. la pornografía es sexista obviamente.

    mala no sé. mala para qué?

    lo de la gramática universal es al revés, es previo a todo, el lenguaje para chomsky viene de la naturaleza, a grossisimo modo.

    tampoco sé como debería describirse la complejidad. Aunque es cierto que las nubes tienen su geometría, etc.

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  6. Está muy bien eso de ocupar el tiempo que no pasa espiando vecinas, en espiar a Venus, sokón. Muy pero muy bien.

    Tengo entendido, aunque no sé si es verdad o no, que Venus traza en su trayectoria celeste un pentágono (o pentáculo, como quiera) regular casi perfecto. Siendo el único planeta que describe una figura regular.

    Me mató con lo del inconciente, astllr. Es muy interesante. Yo había escuchado otras atribuciones hechas a estos planetas, casi por obligación. Cosas como que Urano es el encargado e la inventiva, y así.

    No es raro que estén repitiendo entrevistas de Sócrates. Me dijeron que en Tristán Narvaja se pueden encontrar casettes de algunos de sus programas. A mí me parece que en este, en particular, estaba molesto porque no le gustaba el horóscopo que le había salido.

    Con respecto a la gramática, tiene sentido que en tanto cuanto existe fue creado a partir de la palabra, o por medio de la palabra, exista una gramática verdadera, sagrada; privilegiada.

    Había por ahí un emperador que encerraba niños, incomunicándolos, para ver si naturalmente hablaban en alguna lengua. Al final desistió.

    A Kircher lo tengo como etimólogo imperdible y egiptólogo temerario (descifró los jeroglíficos dos siglos antes de la piedra rosetta; sí, le erró -un error disculpable- pero, ¿y qué? es más difícil así). Para él el hebreo era la lengua primigenia. Una gramática así tiene que soportar, como mínimo, la gematrya, el notaricón y la temurá (a propósito de ésta, en una edición del Sefer Yetzirah, comentada por el Rabbi Kaplan, consta la serie de permutaciones necesrias para la creación del golem. Viéndola; sólo viéndola, uno ya sospecha que puede funcionar. Da un poco de chucho). Dante refiere cómo esta gramática prebabélica deriva en las lenguas de oc, oil y sì.

    Como se verá, no hago caso a Kircher, que arranca la Polygraphia: "si tienes un secreto, escóndelo o revélalo". Que es justo lo contrario de lo que hacemos quienes vivimos de la intriga.
    A propósito, una vuelta conseguí un libro, escrito por un uruguayo, tendría que fijarme el nombre, sobre el manuscrito Voynich; un texto rarísimo, indescifrado, vegetal, depositado, en un colegio jesuita cercano a Roma, por el propio Kircher. Voy a ver si lo retomo.

    Está bien el inconciente.

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  7. A veces es difícil aceptar el horóscopo que nos toca. También es difícil aceptar que no funciona. Para mí es un diálogo con un texto, la crítica al horóscopo ya me rinde.

    La gramática es humana sobre la base de una estructura mental que es natural. Los números no, los números sólo provienen de la naturaleza y es lo único que nos dio para describirla con cierta precisión, quiero decir, lo menos metafóricamente posible.

    El problema con las intrigas, en mi experiencia, es que al final el primer intrigado resulta ser uno mismo y al final uno no se reconoce del todo en nada. En todo caso, la verdadera intriga no es muy fabricable.

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  8. No coincido en cuanto a los números. Las matemáticas son tan naturales como la gramática. Tan humanas, en realidad. Más específicas lo único. Como una lupa que va acrecentando sus aumentos nos pierde en detalles más y más pequeños y nítidos. El riesgo es perder la perspectiva.

    Me aterra el último párrafo, astllr. Reconozco allí verdades inexorables. Simples y descarnadas. El inicio de todo. Después de andar jugando alrededor, hay que entrar por esa puerta.

    Me deja... raro.

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  9. creo que podríamos actuar los diálogos de la barbacue, z. ¿qué le parece? ponerlos como podcasts o algo así

    una de las primeras cosas suyas que leí fue uno de esos dialogos

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  10. ¡Impresionante sokón m!

    Qué buena idea. Me encanta. ¿Cuándo arrancamos? Me tiene que enseñar, eso sí...

    Aunque ya le advierto que pienso que no va a ser fácil. Suelo escribir (cada vez menos) textos que tienen cierta ambigüedad de tono. Le sorprendería conocer cuántas distintas opiniones hay sobre si cierto pasaje es de tal tono u otro. Incluso la interpretación cambia en una misma persona entre un fragmento y otro, y de forma distinta en diferentes lecturas. Sé qué usted no aprecia mucho el tipo de literatura que cultivo (cada vez menos), pero es así; eso es lo que entiendo por literatura viva y ese es uno de los resortes de mi engranaje. Intento un hecho artístico en el que no esté yo hablando, ni siquiera cuando está en 1ª persona. Es difícil. Pero yo le cuento una de mis aspiraciones: no quiero ni pararme en un podio a decir lo que pienso, ni encadenar una serie de imágenes bien compaginadas.

    No sé si funcionaría la cristalización de un tono. Pero quiero hacerlo. ¿Cuándo empezamos? ¿Quiénes serán los actores?

    Me quedé pensando en el párrafo anterior... el anterior... qué será lo que quiero. Sabe que el tema que ahora se llama El Secreto o la Ley de Atracción, que antes era el poder de la oración, o también se llamó el método silva de control mental, y antes se llamaba fe a secas, propone que uno sepa lo que quiere, que sea algo concreto y que se exprese en positivo? Y es muy difícil eso.

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  11. ¡Qué bueno que le guste la idea!

    Primer aclaración: aprecio enormemente lo que usted hace. Aprecio la honestidad con que lo hace. Y, como si fuera poco, hasta me gusta leer lo que usted hace (que para mi es lo más importante). Le peleo porque le peleo, es así. Pero me gusta.

    Segunda aclaración: Sobre el tono, etc.: ud. tendría todo el control artístico sobre el asunto. O sea, hasta que no quede como a ud. le guste, no paramos. Y ud. tiene siempre la última palabra.

    Yo digo, vamos a imprimir los textos. Los juntamos y los leemos (yo reclutaría a Junta y Astllr, como interlocutores de Socrates; Sócrates sería ud.). Nos grabamos así como venga. Después re-grabamos las partes hasta que le gusten como quedan. Después les agregamos ruido con algún software para que se oigan como radio (mejor si le inventamos unas publicidades). Me gustaría llegar a venderlos en Tristan Narvaja. O en el Prado. Esto es lo que quiero, es concreto y está expresado en positivo. ¿Que opina?

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  12. Ahí va! astllr es Sócrates. Es ideal. Es la única persona que podría ser Sócrates.

    Yo puedo hacer las propagandas, eso sería lo más sensato. Puedo hacerle de astrólogo.

    O si no usted puede Sócrates. Si no damos con el caché de astllr. jntkdvr también puede ser un excelente Sócrates.

    Cuando ustedes lo dispongan arrancamos.

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  13. jajaja. sale el casting para sócrates!!

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  14. ningún problema en ser Sócrates, al contrario, tengo larga experiencia en el periodismo. Intentaré evitar la voz de frecuencia modulada, no sé, me faltaría un poco más de carraspera.

    sobre escribir para no ser uno mismo, está clarísmo, la imaginación más lejana sólo llega negándose, o algo así.

    zeta, lo veo bien de astrólogo, incluso ya estoy pensando en imagen, me lo figuro con turbante, digame si no.

    Otra cosa, ya con viento en la camiseta. Esos diálogos sí, deben tener un guión, pero deberían tender lo más posible a la improvisación. Allí se revelaría la verdadera voz de los astros.

    sokon podria ser el productor que cada tanto nos pasa alguna llamada telefónica (de él mismo, porque nadie llama) y tiene su pequeña columna de cine porno de los setentas y ochentas.

    jk sería otro columnista que tendría dos columnas: una de consejero sentimental y otra de pequeños secretos para el cuidado de plantas de interior.

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