La idea de ir cerrando los caminos para que no nos encuentre la vejez, o acaso un sí mismo más lúcido, es buenísima, por lo menos esa es mi interpretación.
Sí, claro que es del prado! El pintor se empecina en que no, y no y no. Pero es obvio que es el prado. Pero bueno, ya sabemos que el autor nunca tiene mucha idea de lo que pasa. Y se cree que tiene todo contrôlé.
En ese mismo orden, hasta donde yo sé, la historia de Aldebarán, como mito fundacional que es, explica caracteres urbanísticos con argumentos diseñados para un pueblo incultivado. Con la suficiente inocencia para creer y no creer al mismo tiempo. Sin que en ello haya oposición. (qué bueno que es 'sin que en ello haya'!). Para mí el texto habla de que en el fondo las calles son así, el barrio es así, por incompetencia. Una Incompetencia con mayúsculas; humana. Pero que en el fondo es pintoresca y tiene lo suyo.
No descarto, igual, otras interpretaciones. Los textos míticos, como expresión más popu de los sacros, tienen eso: muchas muchas lecturas.
Su apunte sobre el humano, astllr, es impecable. Sobre humana. La perenne mocedad es impericia, es tener que aprender, es inconciente seguridad. Confianza volitiva. Es cierto, la mente de principiante es juventud; pero también es otras cosas. Imagino que la gracia está en conservarla en viejas avenidas. Fíjese que los caminos siempre son nuevos, aunque los vengamos transitando de hace muchos milímetros.
Lo cierto es que Aldebarán parece haber quedado atrapado en su camino de saltimbanqui, sin poder salir. Sin poder salir de su huida. Sin recorrer ningún camino. Igualito que Peter. Pan.
si, es imitar un modelo a como dé lugar, no importa su intención, su razón de ser, hagamos barrio jardín, hagamos chalets, cottages, hagamos callecitas. Quizá eso sea la incompetencia, el resultado de una pose. Pero qué habría en lugar de la pose? Digo en el caso mvd.
sobre la juventud divino tesoro me hizo acordar de un tema tanguero que a lo mejor lo pongo el en blog. La juventud es siempre injusta, uno la reconoce cuando es tarde y en su momento no se da cuenta, como respirar. Aunque Aldebarán parece que sí, ambicioso, quimérico.
Y está bien eso de conservarla en las grandes avenidas. Lo mío no llega a ser avenidas, en mi caso lo serían más esas calles de entrada o salida medio anchas como maldonado o canelones.
Hola Zeta, vi tu comentario en la página del "Ser de Metepec" de Maussán y de acuerdo a tu comentario y buen criterio te invito a visitar mis resultados.
¿PORQUÉ EL "SER" APARECE PRIMERO SIN OREJAS Y SIN PELO Y DESPUÉS APARECE CON OREJAS Y CON PELO? http://www.alcione.org/00_CASO_SER_METEPEC1.html
Cap. Alejandro Franz director@alcione.org (no-lucrativa)
Que borgeano es. Yo soy de Atahualpa y supe vagar mucho por el Prado de adolescente de madrugada, en apagones. Recuerdo haber recorrido 19 de abril en apagón total varias veces. El arroyo y los Bosques (nocturnos, de día arboledas) lo llenan de misterio y encanto. Mi viejo casi siempre vivió en el Prado. Ahora en Belvedere. Son barrios impregnados de una melancolía exaltada.
Muy bueno, me dieron ganas de ir.
ResponderEliminarLa idea de ir cerrando los caminos para que no nos encuentre la vejez, o acaso un sí mismo más lúcido, es buenísima, por lo menos esa es mi interpretación.
El cuadro es del Prado?
Sí, claro que es del prado! El pintor se empecina en que no, y no y no. Pero es obvio que es el prado. Pero bueno, ya sabemos que el autor nunca tiene mucha idea de lo que pasa. Y se cree que tiene todo contrôlé.
ResponderEliminarEn ese mismo orden, hasta donde yo sé, la historia de Aldebarán, como mito fundacional que es, explica caracteres urbanísticos con argumentos diseñados para un pueblo incultivado. Con la suficiente inocencia para creer y no creer al mismo tiempo. Sin que en ello haya oposición. (qué bueno que es 'sin que en ello haya'!). Para mí el texto habla de que en el fondo las calles son así, el barrio es así, por incompetencia. Una Incompetencia con mayúsculas; humana. Pero que en el fondo es pintoresca y tiene lo suyo.
No descarto, igual, otras interpretaciones. Los textos míticos, como expresión más popu de los sacros, tienen eso: muchas muchas lecturas.
Su apunte sobre el humano, astllr, es impecable. Sobre humana. La perenne mocedad es impericia, es tener que aprender, es inconciente seguridad. Confianza volitiva. Es cierto, la mente de principiante es juventud; pero también es otras cosas. Imagino que la gracia está en conservarla en viejas avenidas. Fíjese que los caminos siempre son nuevos, aunque los vengamos transitando de hace muchos milímetros.
Lo cierto es que Aldebarán parece haber quedado atrapado en su camino de saltimbanqui, sin poder salir. Sin poder salir de su huida. Sin recorrer ningún camino. Igualito que Peter. Pan.
si, es imitar un modelo a como dé lugar, no importa su intención, su razón de ser, hagamos barrio jardín, hagamos chalets, cottages, hagamos callecitas. Quizá eso sea la incompetencia, el resultado de una pose. Pero qué habría en lugar de la pose? Digo en el caso mvd.
ResponderEliminarsobre la juventud divino tesoro me hizo acordar de un tema tanguero que a lo mejor lo pongo el en blog. La juventud es siempre injusta, uno la reconoce cuando es tarde y en su momento no se da cuenta, como respirar. Aunque Aldebarán parece que sí, ambicioso, quimérico.
Y está bien eso de conservarla en las grandes avenidas. Lo mío no llega a ser avenidas, en mi caso lo serían más esas calles de entrada o salida medio anchas como maldonado o canelones.
La huida como parálisis...
Hola Zeta, vi tu comentario en la página del "Ser de Metepec" de Maussán y de acuerdo a tu comentario y buen criterio te invito a visitar mis resultados.
ResponderEliminar¿PORQUÉ EL "SER" APARECE PRIMERO SIN OREJAS Y SIN PELO Y DESPUÉS APARECE CON OREJAS Y CON PELO?
http://www.alcione.org/00_CASO_SER_METEPEC1.html
Cap. Alejandro Franz
director@alcione.org
(no-lucrativa)
Que borgeano es.
ResponderEliminarYo soy de Atahualpa y supe vagar mucho por el Prado de adolescente
de madrugada, en apagones. Recuerdo haber recorrido 19 de abril en apagón total varias veces.
El arroyo y los Bosques (nocturnos, de día arboledas) lo llenan de misterio y encanto.
Mi viejo casi siempre vivió en el Prado. Ahora en Belvedere.
Son barrios impregnados de una melancolía exaltada.