La luna mentirosa

Queridos amigaritos (como dice Rodia) ya habrán notado ustedes en varios signos, entre ellos los numeritos del calendario, que el día 20 se acerca a pasos agigantados. Unos pasos con mierda de perro en las suelas. Escucho el roce pastoso acercándose sobre la moquette del pasillo.

No temáis, jeje, no temáis que no voy a volver a colgar el Poema 20.

Con todo esto de los abuelos y la eternidad, y las vidas breves o largas, y las NDE, y la pregunta sobre reencarnación (y dicho sea de paso Sokón también se la hace) he dado en pensar... bueno, no importa.

Además, en algún lugar leí (ya que viene de astrología la mano) una predicción medio china que me decía que Junio iba a ser EL mes.

(Y ya que estoy quiero decir también, que Daddy Yankee es un amigo; me cae simpático. Y que todos los ritmos tienen alguna canción que está buena.)

Ahora le voy a contar algo, Pelerín, porque después de que hizo un comentario sobre la ilustración del post anterior, me puso a meditar sobre dicho grabado. Lo analicé con más detalle, en una versión impresa. Se trata de una plancha coloreada que aparece en L'Atmosphère et la météorologie populaire, de Flammarion (de quien algunos han dicho que no es otro que Fulcanelli; créame que no es así). El título de la plancha es El Universo tal como se representaba hacia 1520.

Desgraciadamente, Pelerín, no tengo a mano, o directamente no tengo el libro de Camille Flammarion, pero tengo sí la ilustración en otro texto, con un pie de foto que alude a la Crisopea de Cleopatra.

Pero, ¿a qué voy? En mi texto, el dibujo està invertido en un plano vertical (como el tilde anterior). Es decir: el pibe está saliendo por la izquierda del dibujo y no por la derecha. Por supuesto que que no es la única diferencia: toda la imagen aparece como reflejada en un espejo (sí, sí, si le viene a la memoria El Club Dumas -akka Ninth Door, dirigida por Roman Polansky- está bien).

¿Y eso qué importa? dice ud. Pelerín, que no se da cuenta de las cosas importantes? (sehhh, ya sé; yo no me doy cuenta de las peregrinas; no joda, no es el momento)

Es importante por varias cosas, y se las voy a decir:

1) En un caso, el bordón está en la mano derecha y en el otro en la izquierda

2) Bueno, no es menor que la salida esté a la izquierda o a la derecha, menos teniendo en cuenta que el alquimista necesita un fuego que es una doble rueda rotativa.

3) El Sol, amigo, mira en un lado hacia la izquierda y en otro hacia la derecha. Lo que podría sugerir invierno o verano, en función de la declinación del solsticio correspondiente.

Pero de todo esto, lo que más me inquieta es la luna. Porque, fíjese: En uno de los dibujos va a formar una C (es el caso del post anterior), y en el otro una D (el que tengo impreso). Y ya se sabe que cuando la luna es una C, es Creciente, y cuando es un D, Decreciente.

Lo cual no es menor, ya que este tipo de operaciones mágicas tienen que ser llevadas a cabo en determinado momento del año, y del mes lunar. Es sabido, también, que en el hemisferio norte la luna es mentirosa, y que cuando es una C, es Decreciente, y que cuando es una D es Creciente.

Ya que nuestro amiguísimo Flammarion era franchute, podemos asumir que estamos ante una luna mentirosa. Pero como no sabemos cuál de las dos imágenes es la correcta, y cuál la especular, no sabemos nada. Por lo tanto, lo conveniente es no especular, hasta no saber.

Y para terminar este post de día 20, entonces, dice Andrea Aromatico:

El descubrimiento fortuito, alrededor del año 1000 de un texto breve y misterioso revolucionó el pensamiento medieval: se dijo que el texto contenía los arcanos de un saber inmenso, tan antiguo como el mundo.

La historia atribuyó su difusión a la copia latina de un antiguo manuscrito árabe llegado a Europa por extrañas vías. Estudios modernos han determinado su procedencia de un original egipcio en lengua griega, que se remonta al siglo IV de nuestra era.

Sobre ese texto aparecieron un sinnúmero de leyendas. La más famosa explicaba que su autor mítico la había inscrito sobre la esmeralda caída de la frente de Lucifer, el día de la derrota del ángel rebelde: de ahí que se le diera el nombre de la Tabla de la Esmeralda...

Antaño, como hoy, fue considerada el texto fundador de la filosofía hermética, de esa extraordinaria forma de saber a la que Occidente dio el nombre de alquimia. Hoy, como antaño, los alquimistas continúan prestando juramento sobre ese texto, siguiendo el rito de iniciación.

He aquí, tal como las ha legado la tradición, las palabras de Hermes Trimegisto:

Os digo una cosa bien cierta. Lo que está abajo equivale a lo que está arriba, y lo que está arriba equivale a lo que está abajo, en lo que concierne a la realización de los milagros de una obra única.

Así como todas las cosas provienen del Uno por la obra del Uno, así todas han nacido de esa cosa única, por adaptación.

El Sol es su padre, la Luna es su madre. El viento la ha llevado en su vientre, la Tierra la ha alimentado.

Ella es el principio de la perfección en todo el mundo. Su poder es infinito cuando se ha transformado en tierra.

Sube de la tierra al cielo y desde el cielo vuelve a bajar a la tierra, y restablece la unidad de las fuerzas de las cosas superiores y de las inferiores: por esa vía, conquistarás la gloria en todo el mundo y alejarás de ti todas las tinieblas.

Separarás la tierra del fuego, lo sutil de lo denso, lentamente, con gran arte.

Ella es una fuerza más fuerte que cualquier otra fuerza, porque puede sobrepasar toda cosa sutil y penetrar toda cosa sólida.

Así fue como se creó el mundo. Son maravillosas las operaciones que de esta manera fueron realizadas. Y aquí concluye lo que yo de debía decir sobre la obra del Sol.

¿Se entendió que la esmeralda en cuestión, y el anillo que Isildur cortó del dedo de Sauron son la misma cosa no? Bueno, espero no haberlo aclarado demasiado tarde.

(¿qué cosa no? Isildur se afanó además un fruto del árbol de Númenor)